Cada año, millones de animales son matados por la industria de la vestimenta. Ya sea que provengan de granjas peleteras chinas, mataderos indios o de la sabana australiana, una inmensa cantidad de sufrimiento va a parar a cada chaqueta con ribetes de piel, a cada cinturón de cuero y a cada suéter de lana.
Los animales en las granjas peleteras pasan todas sus vidas confinados en estrechas y sucias jaulas de alambre. Los granjeros peleteros utilizan los métodos de matanza más baratos disponibles, que son también los más crueles, incluyendo la asfixia, la electrocución, el gaseado y el envenenamiento. Más de la mitad de las pieles en los Estados Unidos proviene de China, donde millones de perros y gatos son apaleados, colgados, desangrados hasta la muerte y a veces incluso despellejados vivos para obtener su piel. La piel china es frecuente y deliberadamente mal etiquetada, así que si usas cualquier piel, no hay modo de saber qué tipo de piel estás usando.
La mayoría del cuero proviene de países en vías de desarrollo como India y China, donde a los animales rutinariamente les cortan los cuellos y les arrancan la piel mientras están aún conscientes. En India, una investigación de PETA descubrió que a las vacas les rompían las colas y les frotaban los ojos con chiles y tabaco para que siguieran caminando aun después de colapsar, mientras viajaban largas distancias en dirección al matadero.
La mayoría de la lana proviene de Australia, donde las ovejas padecen lo que se llama “mulesing”, una espantosa mutilación en la que grandes trozos de piel y carne son cortados de los traseros de los corderos, sin analgésicos. Cada año, millones de ovejas descartadas por la industria lanera australiana son apiñadas en buques de exportación para ser enviadas a Oriente Medio. Las ovejas que sobreviven el aterrador viaje son normalmente sacadas a rastras de los camiones por sus orejas y pateadas, atadas, golpeadas y sus cuellos cortados mientras están aún conscientes.
El comercio de pieles exóticas es igual de espantoso. Las serpientes y los lagartos son despellejados vivos debido a la creencia de que arrancar la piel al animal vivo hace que ésta sea más dúctil. Las cabras bebé son hervidas vivas para hacer guantes, y las pieles de los terneros y corderos que no nacieron – algunos abortados a propósito, otros sacados de vacas y ovejas preñadas que fueron matadas – son consideradas particularmente “lujosas”.
Puedes ayudar a ponerle fin a esto. El salvar animales es tan simple como elegir vestimenta de estilo sin crueldad, de todos los rangos de precios y en todo tipo de tiendas de ofertas minoristas, desde tiendas de zapatos con descuento hasta boutiques de calidad superior. Con tantas opciones confortables y a la moda que están actualmente disponibles, no existe excusa para usar ningún tipo de piel animal.