Cuando el ex mariscal de los Atlanta Falcons, Michael Vick fue condenado por cargos federales relacionados con peleas de perros en el 2007, este deporte cruel, sangriento y clandestino fue llevado al foco de la atención pública. Los cargos de Vick revelaron el perturbador maltrato hacia los perros, quienes son enfrentados y alentados a desgarrarse en pedazos el uno al otro en una pelea a muerte, mientras los espectadores celebran y apuestan por un “ganador”. Cuando a los perros en la propiedad de Vick no se les obligaba a pelear, los mantenían encerrados y encadenados a ejes de carros enterrados. Cuando ya no les eran útiles a los organizadores de peleas, los mojaban y electrocutaban, ahorcaban, golpeaban, ahogaban, les disparaban, los azotaban contra el suelo o asesinaban de alguna otra manera atroz.
El caso de Vick es uno entre muchos – expertos estiman que decenas de miles de personas están involucradas en peleas de perros profesionales, mientras que cientos de miles estarían participando en las llamadas “peleas callejeras” o peleas informales de perros. Hoy en día, los 50 estados consideran el participar en peleas de perros un delito grave.
Los obligan a pelear y los dejan morir
Los perros que se crían más comúnmente para pelear por lo general son conocidos como “pit bulls”: “Staffordshire terrier, American Staffordshire terrier, American bulldogs y American pit bull terrier. Los perros que se utilizan para pelear usualmente son mantenidos enjaulados o encadenados (a menudo con pesadas cadenas), y muchos son provocados y privados de alimento con el fin de activar instintos de supervivencia extremos y alentar a la agresión.
Algunos peleadores de perros entrenan perros obligándolos a mantenerse a flote en piscinas; correr en una banda mientras un conejo, gato, pollo, u otro animal enjaulado aterrorizado es colgado delante de ellos; o suspendiéndolos de sus mandíbulas mientras cuelgan de una cadena cebada con carne. Muchos perros son inyectados con esteroides e incluso algunos peleadores de perros afilan sus dientes, cortan sus orejas (para evitar que otro perro se aferre a ellas) y agregan veneno para cucarachas en sus alimentos para que su piel tal vez le sepa mal a otros perros.
Los perros que “ganan” peleas son obligados a pelear una y otra vez y son usados para criar cachorros para obtener ganancias. Un perro que fue descrito como un peleador particularmente exitoso generó $100.000 en un solo año en pagos por ser usado como semental. Las perras son amarradas en “estantes de violación” para evitar peleas mientras los machos las preñan. Muchos de los perros que no pelean o que pierden peleas son utilizados como animales de “carnada”.
Qué sucede en las peleas de perros
El “ring” donde estos sangrientos eventos tienen lugar por lo general consiste en un suelo de tierra o alfombrado de 8 a 16 metros cuadrados, rodeado de una cubierta de madera de alrededor de 3 pies de altura. Los perros son llevados a cada uno de los extremos del ring y liberados a la orden de “face your dogs” (encaren sus perros). Se utilizan palos para separar a los perros, se reprimen tan ferozmente que no es raro que los perros se claven sus colmillos a sí mismos. Los perros son alentados a pelear hasta la muerte y la pelea puede continuar por horas – hasta que ambos perros estén exhaustos y al menos uno de ellos esté gravemente herido o muerto.
Un fiscal federal recuerda un caso en que uno de los 18 perros encontrados en una redada tenía 70 heridas abiertas y le faltaba media mandíbula, mientras que otro perro tenía el 75 por ciento del cuerpo cubierto de tejido cicatricial. Un oficial de la policía estatal de Luisiana que realiza investigaciones de peleas de perros dice: “Cuando vas a donde estas peleas han sucedido, encontrarás un par de cadáveres de perro o un ring lleno de sangre”.
La punta de un iceberg criminal
Al igual que otras formas de crueldad animal, las peleas de perros a menudo están ligadas a otros delitos, incluyendo las apuestas ilegales, drogas y asesinato. En un hogar en Texas, tres intrusos ataron a la esposa y los hijos de un conocido criador de pit-bull y lo mataron por los 100,000 dólares que había ganado en una pelea. Otro infame criador plantó “minas direccionales” en su propiedad con la intención de mantener alejada a la gente; un topógrafo resultó herido cuando uno de estos dispositivos explotó.
Un detective le dijo al New York Daily News que “podrías sacar más armas y drogas de la calle atacando establecimientos de peleas de perros de lo que harías atacando bandas de narcotraficantes”. Un alguacil de Ohio dice que “en casi cualquier orden de búsqueda que hemos hecho, hemos encontrado drogas”.
A veces los niños pequeños están presentes en peleas de perros. El departamento de salud de Baltimore enlista a las peleas de perros como una cuestión de bienestar infantil en su sitio Web, y advierte a los padres que “los niños están expuestos a exhibiciones de brutalidad extrema, apuestas ilegales, drogas y armas asociados a estos crueles eventos”.
Qué puedes hacer
- Si sospechas que hay peleas de perros en tu vecindario, contacta a las autoridades locales.
- Ya que los peleadores de perros suelen mantener a sus perros encadenados, puedes ayudar a prevenir la existencia de peleadores de perros impulsando un reglamento de anti-encadenamiento en tu comunidad.