Se estima que cada año en los EE.UU., de 6 a 8 millones de perros y gatos perdidos, abandonados o no deseados entran a albergues para animales.
Algunos de estos perros y gatos tienen la suerte de ser adoptados en hogares amorosos, responsables y permanentes. Pero hay muchos más animales que necesitan de una familia cariñosa que personas amables dispuestas a darles un buen hogar permanente.
Aproximadamente, de 3 a 4 millones de gatos y perros – muchos de ellos sanos, jóvenes y adoptables – deben ser sometidos a eutanasia en refugios de animales cada año. Nadie odia más esa terrible realidad que las personas que sostienen la jeringa, pero la alternativa – amontonarlos en refugios que “no matan” y que confinan a los animales en jaulas durante semanas, meses o años – conlleva a los animales a sufrir un destino mucho peor. Nathan Winograd, el más conocido defensor de la política de “no matar”, es partidario de este tipo de refugios a pesar del hecho de que en estas condiciones, muchos animales enloquecen por la soledad y el encierro. Muchos más animales no deseados son simplemente abandonados a sufrir y morir en las calles o a languidecer aislados en los patios traseros sin compañía, ejercicio o, en muchos casos, inclusive sin cubrir las necesidades básicas, como alimento, agua, refugio o atención veterinaria.
¿Por qué hay tantos gatos y perros no deseados? Hay tres razones principales: Mucha gente falla en esterilizar a sus perros y gatos, quienes a continuación se reproducen, creando una enorme cantidad de gatitos y cachorros. La gente todavía compra animales a criadores o tiendas de mascotas (apoyando así las fábricas de cachorros que los abastecen) en lugar de adoptar animales sin hogar. Y las personas adquieren animales de compañía sin tener en cuenta el compromiso de por vida requerido para cuidar de ellos. Eventualmente, las personas dan la espalda a sus compañeros leales cuando se convierten en “inconvenientes” o en “demasiado trabajo”.
La crisis de superpoblación de animales de compañía puede ser abrumadora, pero solucionarla comienza con una “nación de no-nacimientos”. Todos debemos evitar el nacimiento de más animales esterilizando y castrando.
Tú puedes ayudar. Suscribe el compromiso de PETA para terminar los animales sin hogar y nunca compres un animal a un criador o a una tienda de mascotas.