Los peces son animales inteligentes e interesantes con personalidades únicas y al igual que los perros, los gatos y los seres humanos, los peces sienten dolor. Los científicos que estudian el dolor están totalmente de acuerdo en que la respuesta al dolor de los peces es básicamente idéntica al sistema de respuesta al dolor en los mamíferos y las aves.
¿Sabías que los peces también pueden aprender a evitar las redes observando a otros peces en su grupo y que puedan reconocer a individuos “compañeros de cardumen”? Algunos peces recogen información al escuchar discretamente a otros y algunos – como el pez sudafricano que pone huevos en hojas para que así puedan llevarlos a un lugar seguro – incluso usan herramientas.
Desafortunadamente, la industria pesquera de EE.UU. mata a más de 6 mil millones de peces cada año, y la pesca deportiva y la pesca con caña matan a otros 245 millones de animales al año. Sin ningún tipo de protección legal frente a un trato cruel, estos complejos e inteligentes animales son ensartados, aplastados, asfixiados o abiertos por la mitad y eviscerados, todo mientras están completamente conscientes.
Más del 40 por ciento de todos los peces que se consumen cada año crecen ahora en granjas acuícolas en tierra – o en los océanos. Las granjas en tierra crían a miles de peces en estanques, piscinas o tanques de concreto. Las granjas acuícolas ubicadas en el océano se encuentran cerca de las costas, y los peces en estas granjas están confinados a hacinadas jaulas de red o malla.
Los peces en granjas acuícolas pasan toda su vida en espacios cerrados hacinados e inmundos, y muchos sufren de infecciones parasitarias, enfermedades y lesiones debilitantes. Las condiciones en algunas granjas son tan horrendas que el 40 por ciento de los peces puede morir antes de que los agricultores puedan matarlos y empaquetarlos como alimento. Los peces que sobreviven padecen hambre antes de ser enviados al matadero a fin de reducir la contaminación del agua por residuos durante el transporte. A los salmones, por ejemplo, no se les alimenta durante 10 días completos.
En la naturaleza, cientos de miles de millones de peces – junto con animales “incidentales”, incluyendo tiburones, tortugas marinas, aves, focas y ballenas – son capturados cada año en redes que devastan los océanos o arrastrados durante horas en los palangres para la industria del comercio pesquero.
Ya sea que los peces sean criados en granjas acuícolas, capturados en el océano por redes gigantescas o palangres, o ensartados al final de un nylon, el comerlos apoya la crueldad hacia los animales. Haz clic aquí para conocer cómo ser vegano.