Cada año, perros padecen y mueren cuando sus guardines cometen el error de dejarlos en un coche estacionado – incluso “solo por un minuto” – mientras hacen un mandado. Los coches estacionados son trampas mortales para los perros: en un día de 78 grados, la temperatura en el interior de un automóvil estacionado puede elevarse hasta 100 o 120 grados en solo unos minutos, y en un día de 90 grados la temperatura en su interior puede alcanzar un nivel tan alto como los 109 grados en menos de 10 minutos. Los animales pueden sufrir daños cerebrales e incluso morir de insolación en solo 15 minutos. Vencer el calor es más difícil para los perros ya que solo pueden refrescarse al jadear.
Si ves a un perro solo en un carro caliente, anota el color del coche, modelo, marca y número de matrícula. Localiza al dueño en los edificios más cercanos o llama a las autoridades locales encargadas del bienestar animal o a la policía. Asegúrate de que alguien vigile al perro. No te vayas de la escena hasta que la situación se haya resuelto. Si las autoridades no responden o tardan y la vida del perro parece estar en peligro inminente, encuentra un testigo (o varios) que respalden tu opinión, toma las medidas necesarias para sacar al animal que está sufriendo del coche y en seguida espera a que lleguen las autoridades.
Observa si presenta síntomas de insolación tales como agitación, sed excesiva, saliva espesa, fuertes jadeos, letargo, falta de apetito, lengua oscura, corazón acelerado, fiebre, vómito, diarrea sanguinolenta y falta de coordinación. Si un perro muestra alguno de estos síntomas, apártalo del calor, de preferencia en un vehículo con aire acondicionado y llévalo inmediatamente a un veterinario. Si no tienes los medios de transportar al perro, de ser posible resguárdalo en un edificio con aire acondicionado y llama a control de animales: Diles que es una emergencia.
Provéele agua para beber, y si es posible con una manguera de jardín rocía al perro o sumérgelo en el interior de una bañera con agua tibia (pero no helada) hasta por dos minutos, a fin de bajar gradualmente la temperatura del cuerpo. También puedes colocar al perro delante de un ventilador eléctrico. Además puede ser de ayuda aplicar compresas frías y húmedas en la zona de la ingle, estómago, pecho y patas. Ten cuidado de no utilizar hielo o agua fría y de no enfriar de más al animal.