Actualización (26 de septiembre de 2024): ¡Victoria! Tras escuchar a PETA y a miles de simpatizantes como tú, el gigante farmacéutico Sanofi ya no torturará a animales diminutos en la cruel e inútil prueba de nado forzado.
La decisión sigue a una campaña que incluyó la participación de los científicos de PETA y más de 440 000 e-mails de nuestros simpatizantes de todo el mundo.
Sanofi anunció el cambio compasivo con una nueva política pública que confirma que la empresa “no usa la prueba de nado Porsolt. No tenemos proyectos de investigación que impliquen el uso de esta prueba y no tenemos planes de usarla en el futuro, ni internamente ni con socios de investigación contratados”.
Sanofi ya había aterrorizado a más de 1500 ratones y ratas en esta prueba, en la que animales sintientes son forzados a nadar por sus vidas en vasos de precipitados llenos de agua, entre 1993 y 2019, sin lograr producir ni un solo antidepresivo útil.
No podríamos haberlo logrado sin tu ayuda. Por favor, usa tu considerable influencia para proteger a más animales pidiéndoles a los Institutos Nacionales de Salud que dejen de financiar experimentos inútiles y mortales sobre sepsis en animales.
AYUDA A MÁS ANIMALESActualización (25 de abril de 2024): Sanofi tiene un nuevo accionista: PETA compró acciones de la empresa para que podamos plantear el caso de la finalización del uso de la prueba de nado forzado directamente en su sala de juntas. La empresa atormentó a más de 1500 ratones y ratas con esta prueba entre 1993 y 2019, sin conseguir producir ni un solo antidepresivo utilizable. Los accionistas merecen saber que su empresa se niega a dejar de realizar un experimento desacreditado que obliga a animales diminutos a temer que se ahogarán. Hemos enviado una pregunta a los accionistas preguntando cuándo el público podrá esperar que el fabricante de medicamentos renuncie a esta prueba, como ya lo han hecho decenas de otras compañías farmacéuticas importantes, que aparentemente saben más sobre buena ciencia que Sanofi.
Publicación original:
Hasta el momento, la farmacéutica Sanofi, con sede en Francia, ha rechazado una invitación a ponerse del lado correcto de la historia y dejar de usar el experimento sin sentido de casi ahogamiento que la mayoría de sus competidores ya ha abandonado. Ayúdanos a mostrarle la importancia de dejar la oscuridad y ponerse del lado correcto.
Sanofi y su subsidiaria Genzyme han usado más de 1.500 animales pequeños (803 ratones y 706 ratas) en la prueba de nado forzado para probar 15 componentes experimentales desde mediados de 1990. Ninguno de los fármacos obtuvo aprobación para su uso en humanos.
Esto no sorprende, porque la prueba de nado forzado carece de ciencia real y está llena de crueldad. En la misma, a menudo los experimentadores administran una dosis de una sustancia de prueba a los animales y los ponen en contenedores con agua, de los cuales no pueden escapar. Los animales, presos del pánico, tratan de escapar, rasguñando y arañando los costados, o bien se sumergen debajo del agua buscando una salida. Chapotean furiosamente, tratando de mantener la cabeza fuera del agua. Eventualmente, flotarán.
Tras mantener conversaciones con PETA y sus filiales, Sanofi, Johnson & Johnson, GlaxoSmithKline, Bayer, AbbVie Inc., Roche, AstraZeneca, Novo Nordisk A/S,Boehringer Ingelheim, Pfizer y Bristol Myers Squibb anunciaron que dejarán de conducir (o financiar a un tercero para conducir) la prueba de nado forzado.