Los trabajadores de campo de PETA están disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana, todo el año, respondiendo a emergencias de animales en el sureste de Virginia y el noreste de Carolina del Norte. Esta es una mirada a la vida de sólo algunos de los animales que han encontrado, quienes enfrentaron una negligencia extrema pero que fueron finalmente rescatados por PETA.
Boss
Cuando los trabajadores de campo de PETA encontraron a Boss, una mezcla de chihuahua y terrier, estaba cubierto de pulgas, lo que hizo que perdiera casi todo su pelaje y dejó su piel dolorosamente en carne viva. Ahora vive con un doctor y una maestra en Nueva York.
Antes:
Después:
Dallas
Dallas, un pit bull, estaba severamente demacrado después de que lo dejaron encadenado afuera sin comida adecuada y privado del cuidado veterinario que necesitaba desesperadamente por un caso grave de parásitos intestinales. Después de mucho persistir, PETA obtuvo su custodia, y ¡ganó 30 libras en solo un mes!
Antes:
Después:
Coco
Coco estaba anémica, llena de parásitos y pesaba más o menos la mitad de su peso ideal. Pero todo eso cambió después de que PETA la rescató y el SPCA de Virginia Beach ayudó a encontrar a su familia “permanente”.
Antes:
Después:
Holly Berry
Ahora está muy lejos de su vida anterior, cuando permanecía encadenada y muerta de hambre en un patio fangoso. A Holly Berry le encanta correr con su humano e incluso ganó la carrera de 5K del SPCA de Virginia Beach en el 2014.
Antes:
Después:
Justice
Cuando los trabajadores de campo de PETA descubrieron a Justice, había sido descuidado por tanto tiempo que su collar se había enterrado en su cuello, ocasionándole una dolorosa infección. Ahora que vive feliz para siempre con su nueva familia, le encanta que lo abracen siempre.
Antes y después:
Jake
Anteriormente su pelaje estuvo enredado y dolorosamente enmarañado, y estaba enfermo con parásitos, pero Jake recibió mucho amor extra-especial de PETA y del SPCA de Virginia Beach, antes de encontrar su nuevo hogar maravilloso, donde tiene como hermanos a otro perro y tres gatos.
Antes:
Después:
Cora
La cadena que limitó los movimientos de Cora la mayor parte de su vida había comenzado a cavar un hoyo doloroso en su cuello cuando fue rescatada por PETA. Ahora vive con una amorosa guardiana que la llena de afecto. ¡Está claro que el suyo fue amor a primera vista!
Antes y después:
Sergeant
Sergeant pasó el primer año y medio de su vida encadenado afuera como si fuera una bicicleta vieja. Este pastor alemán cachorro, inteligente y juguetón por fin encontró la felicidad cuando fue entregado a PETA y adoptado por un siquiatra que vive en Nueva York.
Antes:
Después:
Russell
Russell estaba sufriendo a causa de unas graves heridas por mordedura y no podía sostener nada de peso en una de sus patas, después de haber sido atacado por perros callejeros (¡dos veces!) cuando lo dejaron afuera sin prestarle atención. PETA lo llevó apresuradamente a un veterinario y con el tratamiento se ha recuperado completamente. A pesar de todo lo que le ha sucedido, no les tiene miedo a otros perros y se hizo amigo rápidamente de los otros tres cachorros que viven en su nuevo hogar.
Antes:
Después:
Blue
El personal de PETA encontró a Blue encerrada dentro de una jaula con el cuerpo demacrado de otro perro que había muerto por inanición. El hombre responsable de su sufrimiento fue condenado a pasar 12 meses en la cárcel, con seis meses suspendidos, y se le ordenó pagar $452 dólares en restitución a PETA por las cuentas del veterinario. PETA transfirió A Blue al SPCA de Virginia Beach, donde lo adoptaron en un hogar amoroso.
Antes:
Después:
Elsie
Elsie pertenecía a una familia que tenía más animales de los que podía cuidar adecuadamente. Uno de sus nuevos animales atacó a Elsie, quien tuvo una grave herida en el ojo y daño grave en los nervios de su hombro, lo que la dejó incapaz de sostener peso en una de sus patas delanteras (incluso hoy, todavía cojea ligeramente). PETA la recibió y se aseguró de que recibiera tratamiento para sus heridas, lo que incluyó que le retiraran su ojo herido. La adoptaron en un hogar que tiene otros tres perros que también fueron rescatados por PETA. A pesar de haber perdido su ojo, ella es extremadamente ágil y ama la vida, incluyendo juguetear con su manada canina.
Antes:
Después:
Itchy
PETA había visitado y monitoreado a Itchy, a quien dejaban afuera las 24 horas, los 7 días de la semana en un corral lleno de basura, durante muchos años. Cuando nuestros trabajadores de campo descubrieron que tenía una grave infección por parásitos, sus dueños decidieron entregarlo a PETA. Estaba más de 20 libras por debajo de su peso normal, pero después de algunas semanas de recibir mucho amor, encontró un hogar permanente con los simpatizantes de PETA, quienes lo habían cuidado y habían patrocinado su agresivo tratamiento contra la avanzada enfermedad por parásitos. Su nueva familia reporta que ahora está fuerte y lleno de energía.
Antes:
Después:
Soupster
La familia de Soupster llamó a PETA en la víspera de navidad para entregarla porque estaban esperando un bebé. La perrita diminuta estaba plagada de problemas de salud, incluyendo enfermedad de los riñones y dientes infectados (le tuvieron que sacar todos los dientes, excepto tres), y estaba cubierta con un pelaje gravemente enmarañado que estaba lleno de heces y orina, y el cual tuvo que ser afeitado, revelando una dolorosa carne viva. Un veterinario predijo que, incluso con tratamiento, solo le quedaban seis meses de vida, pero fue adoptada por su guardiana de PETA y, en contra de todas las posibilidades, se recuperó completamente. Ahora disfruta la vida que siempre mereció pero que le negaron durante tanto tiempo.
Antes:
Después:
Los animales merecen nuestro respeto y compasión, y depende de nosotros alzar la voz cuando vemos negligencia y maltrato. Siempre adopta, nunca compres animales. ¡Comparte esta página ahora!
