La estrella mexicana de música, cine y televisión Patricia Manterola es hermosa como una sirena, pero si las sirenas fueran reales, probablemente sufrirían como los peces, los delfines, los manatíes y otros en manos de la industria pesquera. Patricia se unió a PETA Latino para compartir un mensaje muy importante sobre el océano y sus habitantes.
La pesca es una crueldad a escala colosal, que mata a cientos de miles de millones de animales acuáticos en todo el mundo cada año, muchos más animales que cualquier otra industria. Algunos están destinados al consumo humano, muchos son torturados por “deporte” y otros son víctimas no deseadas que son mutiladas o asesinadas simplemente porque están en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
Los peces sienten dolor de manera similar a los humanos, tienen métodos de comunicación complejos y pueden experimentar miedo. La Dra. Sylvia Earle, una de las mejores biólogas marinas del mundo, ha dicho: “Sabes, los peces son sensibles, tienen personalidades, [y] les duele cuando están heridos”. Entonces, cuando las redes de pesca arrancan a los animales de sus hogares, los empaquetan tan apretados que son aplastados por el peso de miles de otras víctimas, arrastran sus sensibles escamas por el fondo del océano y los obligan a sufrir descompresión, lo que a menudo rompe su vejiga natatoria y empuja sus estómagos fuera de sus bocas y sus ojos fuera de sus órbitas, los peces sin duda soportan un viaje insoportable y aterrador a la superficie. Luego, si todavía están vivos, los pescadores a menudo les cortan las branquias y los dejan desangrarse o los arrojan al hielo para que se congelen o se asfixien lentamente. No querrás que te pateen, arrojen, asfixien o maten a machetazos en un tajo, y ellos tampoco.
Y resulta que los peces no son los únicos que sufren a manos de esta cruel industria. Los científicos estiman que más de 650.000 mamíferos marinos (delfines, ballenas y marsopas) sufren lesiones graves o mueren cada año a causa de la industria pesquera comercial. Enredarse en equipos de pesca es la mayor amenaza para la supervivencia de muchas de las 86 especies de cetáceos del mundo, y comer vida marina contribuye a la destrucción de los ecosistemas del océano.
Las tortugas marinas, las aves, las focas, las ballenas, los tiburones y otros peces que “accidentalmente” se enredan en las redes y se enganchan en los palangres se consideran “capturas incidentales”, un eufemismo para los animales que “no son el objetivo” y que son capturados o se enredan en las redes de pesca u otros equipos y luego simplemente se descartan y se dejan morir, si aún no han muerto.
La industria pesquera no solo ha destruido ecosistemas oceánicos enteros y los animales que viven allí, sino que también perjudica nuestra salud. La carne de pescado almacena contaminantes peligrosos, incluidos los PCBs, que pueden causar daño hepático, trastornos del sistema nervioso y daño fetal; dioxinas, que se han relacionado con el cáncer; y sustancias radiactivas, como el estroncio-90. Los “mariscos” son una de las causas más comunes de intoxicación alimentaria en los EE. UU., y se cree que casi 7 millones de estadounidenses son alérgicos a ellos.
Todos podemos hacer nuestra parte para ayudar a los animales del océano
Se estima que el 90 % del océano se ha explotado por completo y, a este ritmo, no siempre habrá muchos más peces en el mar. Sin embargo, nuestras elecciones podrían cambiar el rumbo. Al dejar los peces y otros animales acuáticos fuera de nuestros platos, podemos salvar las vidas de innumerables animales y tomar una posición contra una industria global ambientalmente destructiva que hace daño a millones de seres conscientes todos los días.
Únete a Patricia y ayuda a acabar con la demanda de carne de pescado. ¡Ordena hoy mismo un kit vegano para principiantes gratis de PETA!
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