La actriz Patricia De León de Mayans M.C. es reconocida por sus muchos talentos, negocios exitosos y el uso de sus redes sociales para abogar por los animales. Anteriormente se ha pronunciado en contra de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y sus experimentos en monos financiados por los contribuyentes; y ahora que es madre primeriza, estos experimentos son aún más dolorosos para ella que nunca. Mira el video a continuación y continúa leyendo para descubrir por qué:
La pesadilla de toda madre es que le arrebaten a su bebé y no volver a verlo nunca más. Y eso es exactamente lo que está haciendo Margaret Livingstone, investigadora de la Universidad de Harvard.
Livingstone ha pasado toda su carrera de 40 años atormentando animales, incluso arrebatándoles los monos bebés a sus madres desconsoladas poco después de nacer y encerrándolos en frías jaulas de acero, donde solo se les puede dar un patético “sustituto” de tela para que se aferren y sientan consuelo. Ha cosido los ojos de algunos de esos bebés, dejándolos en completa oscuridad hasta por un año, solo para ver cuánto esto daña su cerebro y desarrollo visual.
Como menciona Patricia en su nuevo video de PETA Latino, en julio de 2019, el personal del laboratorio de Harvard encontró una mona bebé colgando de un sustituto de tela. Había muerto estrangulada. La bebé, que pudo haber sido uno de los monos que Livingstone cegó o usó en otros procedimientos de privación visual, había mordido la tela, y a través del agujero se le atascó la cabeza.
Ahora soy madre de un nuevo bebé, y estoy más enojada y desconsolada que nunca porque los experimentadores arrebatan a los monos bebés de sus madres y los usan en experimentos horribles, como los de la Escuela de Medicina de Harvard dirigidos por Margaret Livingstone.
—Patricia De León
Los monos bebés que son arrebatados a sus madres al nacer sufren daños permanentes, tanto físicos como mentales. Son más temerosos y agresivos, producen un exceso de hormonas por estrés y, con frecuencia, se ubican en la parte inferior de la jerarquía social. De manera reiterada, dan vueltas en círculo o caminan de un lado a otro en sus jaulas, se balancean hacia adelante y hacia atrás o hacen volteretas hacia atrás sin parar – un comportamiento que indica frustración – y tienen niveles elevados de estrés en respuesta a las amenazas.
Livingstone ha realizado experimentos en monos durante 40 años y, desde 1998, ha recaudado 32 millones de dólares en fondos de los contribuyentes provenientes de los NIH para financiarlos. En todo ese tiempo, su crueldad no ha producido una sola cura o tratamiento para los humanos.
Únete a Patricia para ayudar a mantener juntos a las madres y sus bebés. Suma tu voz a la de más de 93 500 simpatizantes de PETA para pedirle al presidente de la Universidad de Harvard que cierre el laboratorio con monos bebés de Livingstone y ponga fin a este sufrimiento innecesario pagado con el dinero de tus impuestos:
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