En su más reciente campaña para PETA Latino, el actor mexicano Pablo Azar, estrella de telenovelas como La Fan y Hasta que Te Conocí, posa desnudo, “sangrando” y “golpeado” en un anuncio que expone los horribles abusos que sufren los animales en la industria del entretenimiento, y les pide a sus fans que no compren entradas a ningún circo que todavía use animales.
En un video exclusivo para PETA Latino, Pablo celebra el fin del circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey, después de 36 años de arduas campañas y protestas de PETA, pero le recuerda al público que todavía hay mucho por hacer para ayudar a los animales que son explotados por otros circos, como Carsosn & Barnes y UniverSoul. “¿Qué hay de los otros animales que aún siguen siendo azotados, golpeados, encadenados o confinados a estrechas jaulas?”, pregunta el actor. “El maltrato animal no es entretenimiento. Así que por favor, no asistas a actuaciones, de ningún circo, donde se utilicen animales.”
En los circos, elefantes, tigres, osos y otros animales normalmente son arrebatados de sus madres cuando son aún muy jóvenes, y se les somete a entrenamientos crueles y violentos en los que les golpean, azotan, electrocutan y pican con picanas eléctricas para forzarlos a hacer trucos que les confunden y lastiman. Cuando no están frente al público, pasan la mayor parte de sus vidas encadenados o confinados en diminutas jaulas donde los llevan de una ciudad a la otra. Se les niega satisfacer sus necesidades más básicas como comida, agua y cuidado veterinario, y a menudo se les fuerza a comer, dormir, orinar y defecar en el mismo diminuto lugar.
Mira a Pablo revelar el horroroso maltrato que pasan los animales en el circo y explicar lo que tú puedes hacer para ayudar a terminar con esta industria cruel:
Dile a tu familia y amigos que los trucos sin sentido que hace un animal dentro de la carpa son el resultado del maltrato y de las golpizas que recibe tras bastidores. Asegúrate de hablar con gente que tiene niños y que es más propensa a visitar el circo. Y tú, como Pablo, ¡nunca compres entradas a espectáculos que usen animales!