Cuando no está en el set de su exitosa serie de Netflix, Élite, es muy probable que Miguel Bernardeau esté surfeando las olas o tomando fotos con su cámara panorámica. Un ávido surfista, que con frecuencia documenta sus movimientos en Instagram, Miguel se nutre de la libertad de estar afuera en mar abierto. Es por ello que la estrella española unió fuerzas con PETA Latino y con el célebre fotógrafo Michael Muller para crear un anuncio instando a sus seguidores a boicotear a SeaWorld y otros parques marinos, donde la “libertad” no es una opción para los animales encarcelados allí.
“Las personas de mi edad no quieren ver animales en cautiverio. Quieren ver a las orcas y a los delfines en el océano, donde pertenecen… Los animales no están aquí para nuestro entretenimiento”.
Mira el inquietante anuncio anticautiverio de Miguel en el anuncio de abajo:
En una entrevista entre bastidores de PETA, Miguel indicó que simpatiza con las orcas y otros delfines, que suelen nadar millas y millas al día en aguas abiertas, pero que se ven obligados a vivir en cautiverio en tanques pequeños e inhóspitos.
Miguel continúa diciendo que sus amigos surferos son como su familia: “una familia que yo he escogido”. Las orcas y otros delfines también tienen familias (en el océano, viven en grandes manadas socialmente complejas), pero a los que están en cautiverio los tienen normalmente en grupos incompatibles, lo que a menudo lleva a que se produzcan peleas, lesiones e incluso la muerte.
El cautiverio realmente mata
Más de 40 orcas han muerto bajo la vigilancia de SeaWorld, muchas muy por debajo de su esperanza de vida natural. Y no olvidemos a los más de otros 300 delfines, ballenas y aproximadamente 400 pinnípedos que también han perdido sus vidas en SeaWorld. Una orca llamada Tilikum, que fue el tema del revolucionario documental Blackfish, murió en 2017 después de casi tres décadas de confinamiento en SeaWorld. Trágicamente, la muerte fue la única forma en que pudo escapar de una vida en prisión.
Las orcas son una especie muy inteligente y social, y a menudo se quedan con sus familias de por vida. Trabajan juntas en búsqueda de alimento, y en algunas poblaciones, rara vez dejan la manada de su madre. En la naturaleza, las orcas se zambullen en las profundidades y nadan hasta 140 millas al día, lo cual no es posible cuando están prisioneras en SeaWorld.
Los delfines, que aún se ven obligados a realizar trucos en SeaWorld, tienen señales de comunicación extremadamente complejas y una memoria envidiable. Un estudio reciente informó de que eran capaces de reconocer el silbido de un compañero que habían visto por última vez hace dos décadas, con la misma facilidad con la que reconocieron a un amigo que vieron por última vez hace seis meses.
Dile a SeaWorld que el tiempo se ha acabado: ¡Se está construyendo un santuario marino!
Noticias emocionantes: The Whale Sanctuary Project ha anunciado sus planes para construir un santuario costero de 40 hectáreas para orcas y belugas rescatadas en Nueva Escocia, Canadá. PETA no perdió tiempo en instar al nuevo director ejecutivo de SeaWorld, Sergio D. Rivera, a hacer lo que sus predecesores no hicieron: retirar a las orcas y belugas mantenidas en cautiverio en los parques y permitirles mudarse a un verdadero santuario que les pueda ofrecer alguna semejanza a la vida que les fue arrebatada.
INSTA A SEAWORLD A ENVIAR DELFINES Y ORCAS A SANTUARIOS COSTEROS