Actualización: En agosto de 2016, las autoridades de Victoria les levantaron cargos al menos a seis esquiladores por al menos 70 cargos de crueldad animal, fue la primera vez, en todo el mundo, en que se levantan cargos en contra de trabajadores de la industria de la lana por maltratar ovejas. En diciembre de 2016, el primer acusado se declaró culpable y se le prohibió esquilar o estar a cargo de animales de granja durante dos años. En febrero y marzo de 2017, cuatro esquiladores más se declararon culpables de más de 60 cargos de crueldad. A todos ellos se les prohibió esquilar o estar a cargo de ovejas durante un máximo de dos años, y recibieron multas de hasta $3,500. Al sexto esquilador se le acusó de crueldad animal en mayo de 2017. Se le prohibió esquilar o estar a cargo de ovejas durante seis meses y recibió una multa de $2,000.
Nunca has visto nada semejante a esto. Estos videos te harán pensar dos veces antes de comprar aquel suéter o bufanda de lana.
Impactante investigación encubierta de PETA y PETA Asia-Pacific, la primera en su tipo, revela que los trabajadores asesinaron, golpearon, pisotearon, patearon, mutilaron y lanzaron ovejas mientras las esquilaban en Australia, el mayor exportador de lana en el mundo y en los EE.UU. Por favor, ¿no ayudarás a estos animales?
Paralizadas por el miedo
Como puedes ver en estas imágenes en video, las primeras en su tipo, los esquiladores de ovejas golpearon de manera violenta a estos dóciles animales en el rostro, les pegaron y les dieron puñetazos en la cabeza con afiladas herramientas de esquilar e incluso con un martillo. Estos ataques a menudo dejan a las petrificadas ovejas sangrando por los ojos, nariz y boca.
Los investigadores de PETA y PETA Asia-Pacific, quienes entre ellos visitaron 19 diferentes establos de esquilado, documentaron a 70 trabajadores de nueve contratistas de esquilado que maltrataron ovejas en Victoria y en Nueva Gales del Sur, los estados que más producen lana en Australia, y Australia del Sur. Cada año, estos trabajadores de contratistas esquilan a de más de 4 millones de ovejas.
A las ovejas se les privó de agua y comida antes de ser esquiladas, en parte para que estuvieran débiles y opusieran la mínima resistencia. Como un esquilador explicó: “Imagina que alguien te ataca después… de que has sido privado de alimento durante 24 horas, no darías mucha pelea”.
Pero cuando estos animales de presa entraron en pánico, aterrados por haber sido inmovilizados, los esquiladores los pisotearon y se pararon en sus cabezas y cuellos. Los trabajadores arrojaron a las asustadas ovejas al suelo y las golpearon en sus cabezas y cuerpos contra el duro piso de madera.
Una mercancía y nada más
A menudo, a los esquiladores se les paga por volumen, no por hora, lo que los impulsa a trabajar rápido y de manera violenta, esto puede provocar heridas severas en sus cuerpos. Grandes franjas de piel fueron cortadas o arrancadas de los cuerpos de muchas ovejas por los esquiladores.
La primera vez que son esquiladas, una experiencia extremadamente estresante, los corderos lloran a todo pulmón porque, según un trabajador: “han sido separados de sus madres y están llamando por ellas. …Ellos lloran: ‘Mamá. Mamá.'”
Cuando un cordero lloró durante el esquilado, un trabajador gritó, ”¡Sácaselo! … [Tú] la estas lastimando, ” bromeando cruelmente como si el esquilador estuviera violando al cordero.
Incluso un esqulador uso el cuerpo de una oveja para limpiar la orina del duro piso de madera.
Sufrimiento sistemático
Los trabajadores no les dieron a las ovejas analgésicos antes de introducirles agujas en su piel para tratar de coser sus heridas abiertas y ensangrentadas causadas por el esquilado. El investigador nunca vio que ningún veterinario proveyera cuidados a las ovejas heridas.
Los granjeros colocan anillos apretados en los escrotos de algunos corderos sin analgésicos para castrarlos. Cuando los testículos no se caen como se espera, los esquiladores simplemente cortan los escrotos y testículos de los corderos con sus tijeras.
A las ovejas heridas y no rentables se les disparó a la vista de las demás ovejas e incluso las desmembraron. Cada año, millones de ovejas, incluyendo aquellas que ya no se les quiere por su lana, son enviadas a Oriente Medio y al Norte de África hacinadas en barcos de varios niveles. Algunas mueren en el camino y a aquellas que sobreviven al viaje son asesinadas degollándolas mientras están todavía conscientes.
¡TÚ PUEDES AYUDAR A DETENER ESTO!
¡Lo mejor que puedes hacer por las ovejas es rehusarte a comprar lana! Es fácil revisar las etiquetas cuando vas de compras. Si dice “lana”, déjalo en el estante.