¿Cómo defines “festivo”? Un diccionario dice “alegre”, otro dice “colorido” y un tercero, “de celebración”. Ninguno dice “barbárico”.
Bienvenido al encierro de los toros, el baño de sangre anual que se lleva a cabo durante las fiestas de San Fermín en Pamplona, España. Anunciado este año como “una celebración para todas las edades”, se canceló en 2020 y 2021 debido a la pandemia, pero el próximo mes los aterrorizados toros jóvenes nuevamente serán obligados a correr por las calles estrechas y empedradas de la ciudad solo para ser masacrados por matadores cobardes.
Montados en caballos, los picadores primero pinchan al toro en la espalda y los músculos del cuello con lanzas, torciendo y hundiendo las armas más profundamente para asegurar una pérdida significativa de sangre. Luego, los banderilleros le clavan arpones en la espalda y lo hacen correr en círculos hasta que, desorientado y débil por la pérdida de sangre, el toro se da por vencido. Finalmente, apuntando a la aorta o los pulmones del toro, el matador lo apuñala por la espalda con una espada larga. Si eso no lo mata, se usan otras armas, incluidas dagas, para cortar su médula espinal. Los toros a menudo están paralizados pero aún conscientes cuando les cortan las orejas y la cola y se los presentan al matador, como trofeos.
El toro, a menudo consciente, es encadenado por los cuernos y arrastrado moribundo fuera de la arena.
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Aterrorizados, torturados, asesinados
Los toros, que han tenido poco contacto con los humanos, son transportados a Pamplona en un largo y estresante viaje y, tras permanecer varios días encerrados en un recinto lleno de gente, son liberados en las calles. Cada mañana, se lanza un cohete para aterrorizar a los animales naturalmente asustadizos para que pasen a toda velocidad entre una multitud de turistas que gritan, que los golpean y los incitan mientras corren. Los toros se resbalan y deslizan por las calles, a menudo chocando contra las paredes y rompiéndose los huesos.
Esta tortura es solo el comienzo. Después de ser perseguidos casi media milla cuesta arriba, los toros exhaustos son acorralados en la plaza de toros, donde se les retiene antes de la corrida de toros de la noche. Muchos turistas desconocen la muerte violenta que les espera.
El toro, a menudo consciente, es encadenado por los cuernos y arrastrado moribundo fuera de la arena.
Cobardía disfrazada
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Los matadores a menudo defienden su barbarie como una especie de preservación de la cultura española, pero no solo son cobardes, ellos están desfasados y fuera de lugar.
Gracias en parte a la campaña incansable de PETA Latino y otros grupos defensores de los derechos de los animales en todo el mundo, la corriente se está volviendo contra las corridas de toros. Más de 125 provincias y ciudades españolas se han declarado en contra de las corridas de toros, y tres regiones autónomas, las Islas Baleares, las Islas Canarias y Cataluña, han prohibido el espectáculo sangriento. Las encuestas de opinión en los países que permiten las corridas de toros muestran que la mayoría del público se opone.
Para experimentar la rica cultura de España, disfruta el arte, las playas, la impresionante arquitectura, los bailes flamencos, los parques, las plazas y la vida nocturna. Y no dejes de probar pinchos, tapas y sorbetes veganos.
Solo recuerda: la “tradición” no es excusa para la crueldad.
Ayuda A Los Toros Hoy
Cinco matadores están participando en las atrocidades de este año en Pamplona. Los siguientes son sus nombres y enlaces en las redes sociales. Por favor cortésmente hazles saber cómo te sientes:
Pablo Hermosa de Mendoza
InstagramMorante de la Puebla
InstagramEl Juli
InstagramRoca Rey
InstagramUrdiales
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