Un participante que montaba un toro en el rodeo del condado de Bell en Belton, Texas, fue “arrojado al suelo tras el corcoveo del toro, casi inmediatamente tras ingresar a la arena”, y el padre del jinete corrió hacia la arena. Un medio de prensa llamó al padre “héroe”, pero antes de lanzar más elogios, considera este detalle importante: el toro solo se estaba protegiendo a sí mismo.
Este joven se arriesgó voluntariamente a lesionarse y morir al participar en el evento. El toro que decidió atormentar no tuvo esa opción. A este animal solo le quedó una opción: defenderse.
Se ha observado a los participantes en rodeos golpeando, pateando y aplicando descargas eléctricas a toros normalmente dóciles y a otros animales en corrales de espera, y este maltrato es para provocar el instinto de los toros de huir del daño. No sorprende entonces que cuando los toros son liberados en la arena, estén frenéticos.
Los rodeos no son más que demostraciones manipuladoras del dominio humano sobre los animales, apenas disfrazadas de entretenimiento. Muchos toros obligados a participar han sufrido lesiones fatales, como fracturas en la espalda y el cuello, y ataques cardíacos y aneurismas. Sin embargo, aquellos que no son asesinados en los eventos, a menudo se encuentran con una muerte cruel: cuando están demasiado viejos o deteriorados para continuar “actuando”, la “jubilación” a menudo es un viaje de ida al matadero.
Los toros están siendo atormentados, necesitan que los defendamos
El primer paso para ayudar a toros como este es simple: nunca apoyes rodeos, montas de toros ni ninguna otra actividad que obligue a los animales a actuar. Si un rodeo llega a tu ciudad, escríbeles cartas a los patrocinadores, reparte folletos en la entrada o haz una manifestación. También puedes contactar a PETA para obtener ayuda.
Haz clic en los botones a continuación para defender a los toros vulnerables en todas partes, y haz clic aquí para actuar por los toros que están siendo atormentados en otros “deportes” barbáricos.
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