Escrito por Angela Henderson
¿Qué es amarillo, de metal y completamente compasivo?
Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) y otras agencias gubernamentales de EE.UU. han desarrollado una nueva forma de probar cómo los químicos pueden afectar las células humanas sin necesidad de intoxicar ratas, conejos ni ningún otro animal. El nuevo e ingenioso método de prueba, parte de la iniciativa gubernamental Tox21, parece como algo sacado de una película de Transformers, y como los leales Autobots, este nuevo método puede salvar muchas vidas, tanto las de humanos como las de otros animales.
Este video muestra el brazo robótico utilizado para probar drogas en el 2013, y ahora de nuevo está apareciendo en los encabezados de las noticias por probar la toxicidad de miles de sustancias químicas encontradas en productos para el hogar, empaques para alimentos, en la fabricación industrial y en otras fuentes. Según The Scientist, este brazo robótico puede probar en una semana lo que podría llevar años utilizando animales.
Esta nueva tecnología podría ayudar a salvar las vidas de millones de animales. Ahora mismo, los animales son envenenados y asesinados en pruebas que se usan para evaluar la toxicidad química que fueron desarrolladas burdamente en fechas tan lejanas como en 1920. En estas crueles pruebas, ratas, ratones, cobayas, conejos y otros animales son obligados a tragar o inhalar cantidades enormes de químicos o a soportar el dolor de un compuesto en sus ojos y su piel sensibles, a pesar de que los resultados de estas pruebas a menudo no son fiables o no son aplicables a los seres humanos.
El uso por parte del gobierno de métodos robóticos de experimentación sin animales, como los del programa Tox21, son parte de los esfuerzos del NIH para aumentar las pruebas utilizando métodos más baratos, más rápidos y mejores, tal como lo anunció el organismo en el plan estratégico para cinco años. PETA y el PETA International Science Consortium durante años han instado a los NIH para que realicen tal cambio, incluso mediante la presentación de recomendaciones para el plan. Con el robot Tox21, los NIH están avanzando en la dirección correcta, lejos de las pruebas crueles en animales.
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