Un grupo de jóvenes en Córdoba, Argentina, recientemente se filmaron jugando béisbol con un perrito, usándolo como bola. Lanzaron al pobre perro al aire y lo golpearon hasta la muerte con un bate, y hasta publicaron el video de su acto a sangre fría en redes sociales, Pero la ciudad rural de Villa del Rosario no va a tolerar un crimen tan atroz.
Una vecina compasiva compartió el despreciable video con la policía, que pudo acusar a uno de los responsables. La gente de la ciudad también organizó una marcha pidiendo justicia por la muerte del perrito. Aproximadamente 250 habitantes y sus compañeros animales marcharon en las calles para protestar por la violencia contra los animales con carteles que decían “juicio y condena ejemplar”.
Tal comportamiento cruel es repugnante, y es un reconocido precursor a la violencia interpersonal. De hecho, los criminales que mataron a este perrito también amenazaron a la persona que alertó a la policía. El FBI utiliza reportes de crueldad a los animales en la evaluación del potencial de peligrosidad de criminales sospechosos y conocidos, y categoriza la crueldad a los animales como un hecho delictivo, junto al incendio provocado, al robo, a la agresión y al homicidio, en su base de datos de criminales. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría también identifica al maltrato animal como uno de los criterios de diagnóstico para desórdenes de conducta.
Como lo explica el psicoterapeuta Dawn Drucker: “Un individuo capaz de cometer crueldad animal parece no tener conciencia y por lo tanto ningún remordimiento por su conducta… Los animales pueden sentir dolor y sufrimiento al igual que los humanos, pero como los sociópatas tienen una incapacidad general para sentir empatía, son capaces de infligir dolor y agonía en seres sintientes sin sentimiento ni remordimiento, y de ahí la creciente probabilidad de que la crueldad a los humanos sea el próximo paso”.
La correlación entre el maltrato a animales y perros, es conocida por los cuerpos policiales y la protección animal como “la conexión”. La Universidad del Nordeste en EE.UU. y la SPCA de Massachusetts descubrieron que la gente que maltrata a los animales tiene cinco veces más probabilidad de cometer crímenes violentos contra humanos. De las 153 personas procesadas por crueldad a los animales, el 70% también contaba con historiales criminales por crímenes violentos, contra la propiedad, por droga u otros crímenes. Un estudio policial en Australia, según consta, reveló que el “100 por ciento de los delincuentes examinados por homicidio sexual tenían un historial de crueldad animal”, y en tres estudios separados, sus compañeros animales.
? Este sábado a las 12:00 no faltes a la concentración contra el #MaltratoAnimal en #Sevilla. No te rindas, ¡paremos su maltrato! ? pic.twitter.com/0E9uht3bEg
— PACMA (@PartidoPACMA) March 1, 2018
Afortunadamente, existen acciones simples y cruciales que podemos tomar para frenar la violencia: Reportar todos los actos de crueldad a los animales; tratar a los crímenes contra los animales seriamente; y asegurar que los maltratadores de animales reciban una intervención rápida, incluyendo la prohibición de tener contacto con animales, tratamiento psicológico y cárcel.
Dichas medidas ayudarán a garantizar que el próximo blog de PETA Latino sobre humanos jugando al béisbol con animales sea una tierna historia de alguien que lanza una pelota para que su compañero animal la vaya a buscar.
