La nueva investigación en video de PETA revela a los Clydesdales de Budweiser moviendo inútilmente los restos de sus colas amputadas sin cesar mientras intentan en vano eliminar insectos que pican y propagan enfermedades bajo el sol abrasador en Warms Springs Ranch, propiedad de Anheuser-Busch, en Boonville, Missouri, y Grant’s Farm en St. Louis. Este sufrimiento es el resultado de la vergonzosa práctica de Budweiser de cortar el coxis de los caballos sólo para que luzcan de cierta manera.
Budweiser ha convertido a los Clydesdale en comida para insectos, causándoles estrés y dolor físico extremos.
Los caballos no pueden defenderse de las picaduras y no hay excusa para ello. PETA le está pidiendo a Budweiser que recapacite y permita que los Clydesdale conserven su coxis.
Un video exposé de PETA detalló cómo Budweiser amputa dolorosamente el coxis de los caballos, ya sea con un bisturí o con una banda apretada que detiene el flujo de sangre a la cola, provocando que muera y se caiga. Nuestra campaña contra el fabricante de cerveza ha incluido anuncios de televisión, protestas contra la deformación de los caballos y llamados a celebridades y equipos deportivos.
Tanto la Asociación Estadounidense de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria y la Asociación Americana de Médicos Veterinarios de Equinos condenan la amputación cosmética del coxis. La práctica es ilegal en 10 estados y varios países, y los veterinarios equinos han dejado constancia de que la califican de “despreciable”, “vergonzosa” y “agresiva”.
¡Anheuser-Busch debe dejar de mutilar caballos inmediatamente!
El autoproclamado “rey de la cerveza” se encuentra en el último lugar en lo que respecta al cuidado de sus símbolos más famosos.
Por favor únete a PETA para exigirle a la empresa que deje de amputar las colas de los caballos:
¡Actúa ya!