Juntos, estamos acabando con el uso de pruebas de casi ahogamiento y evitando que los animales se vean obligados a nadar para salvar sus vidas. Y no nos detendremos hasta que estos experimentos maltratadores y sin sentido sean cosa del pasado.
Las “pruebas de nado forzado” son una experiencia especialmente aterradora para los animales pequeños. Los laboratorios que llevan a cabo estos experimentos dejan caer ratones, ratas, cobayos, jerbos o hámsteres en recipientes de agua de los que no pueden escapar y observan cómo los animales petrificados buscan frenéticamente un escape. Los animales intentan trepar para salir, sumergirse bajo el agua en busca de una salida y luchan por mantenerse a flote.
Si te estás preguntando cómo el hecho de observar a unos animales aterrorizados tratando de no ahogarse podría beneficiar a los humanos que sufren de depresión (que es lo que afirman algunas empresas), no estás solo. Los expertos han cuestionado repetidamente la validez del experimento o han refutado rotundamente las conclusiones extraídas de él sobre posibles medicamentos para tratar a los humanos con esta afección. Y PETA está decidida a acabar con la prueba.
Las siguientes empresas y universidades dejaron de usar por completo la prueba de casi ahogamiento y/o dejaron de apoyar a otros que la usan, luego de las acciones tomadas por PETA y nuestros seguidores, que incluyen divulgación de información por parte de nuestros científicos, protestas, resoluciones de accionistas propuestas por PETA y correos electrónicos y llamadas de nuestros seguidores.
Universidad de Macquarie: septiembre de 2022
Después de escuchar a PETA, PETA Australia y Humane Research Australia, la Universidad de Macquarie en Sydney decidió prohibir la prueba de nado forzado. El Comité de Ética Animal del instituto revisó la literatura científica sobre la prueba y llegó a la misma conclusión que los científicos de PETA: la prueba de nado forzado es ciencia nociva. En 2021, los experimentadores de la Universidad de Macquarie publicaron un artículo que describe el uso de al menos 96 ratas en la prueba.
Amgen: mayo 2021
¡Amgen confirma que no habrá más pruebas de nado forzado! Esto sucedió luego del acercamiento de los científicos de PETA a la compañía biofarmacéutica para exigirle promulgar una política que prohíba el uso, el encargo o la financiación de las pruebas, que 12 de sus competidores han prohibido. Aplaudimos la posición de Amgen sobre esta prueba cruel e innecesaria.
Actúa a continuación para decirle a Eli Lilly que debe seguir el ejemplo de sus competidores y prohibir esta prueba.
Universidad de Australia Meridional: abril de 2021
Después de escuchar a PETA, PETA Australia y Humane Research Australia, la Universidad de Australia Meridional decidió que la prueba de nado forzado no será aprobada para ningún proyecto de investigación futuro. La última vez que los experimentadores del instituto publicaron sobre la realización de la fraudulenta prueba fue en enero de 2021.
Universidad de Adelaida: septiembre de 2020
Después de escuchar a PETA, PETA Australia y Humane Research Australia, la Universidad de Adelaida se convirtió en una de las primeras universidades de Australia en dejar de someter a ratones y otros animales a la prueba de natación forzada. Los experimentadores del instituto habían publicado sobre la realización de la fraudulenta prueba en abril de 2020.
GlaxoSmithKline: junio de 2020
Después de discusiones con científicos de PETA, GlaxoSmithKline, una de las 10 compañías farmacéuticas más grandes del mundo, prohibió la prueba de nado forzado. Entre 2002 y 2018, sus empleados publicaron al menos 29 artículos que describen el uso de la prueba en experimentos con al menos 1327 ratones y 447 ratas.
Actúa a continuación para decirle a Eli Lilly que debe seguir el ejemplo de 11 de sus competidores y prohibir esta prueba cruel e inútil.
King’s College de Londres: enero de 2020
La universidad líder en investigación King’s College de Londres se ha convertido oficialmente en la primera institución académica conocida en declarar que ya no usará la prueba de nado forzado, luego de la comunicación con los científicos de PETA en el Reino Unido.
Bristol Myers Squibb: enero de 2020
Después de una campaña de PETA que incluyó cientos de miles de correos electrónicos de simpatizantes, así como resoluciones de accionistas, videos, anuncios y protestas públicas, Bristol Myers Squibb prohibió la prueba de nado forzado. Entre 2008 y 2017, los empleados de la empresa publicaron artículos que describían el uso de más de 1600 animales (748 jerbos, 698 ratones y 192 ratas) en el procedimiento cruel y sin sentido. Es probable que muchos más animales hayan sido sometidos a esto en experimentos que nunca se publicaron.
Bayer: noviembre de 2019
Después de discusiones con PETA, Bayer, la quinta compañía farmacéutica más grande del mundo, prohibió la prueba de nado forzado. El último uso documentado de la prueba por parte de los empleados de la empresa fue en 2006.
Pfizer: octubre de 2019
Después de menos de un año de intensa presión de PETA y más de medio millón de activistas, Pfizer—la tercera compañía farmacéutica más grande del mundo, prohibió la prueba de nado forzado. Al menos 1270 ratones y ratas sufrieron innecesariamente cuando Pfizer realizó este experimento desacreditado científicamente. Y en los casi 20 años que la compañía usó la prueba, no condujo a ningún fármaco comercializable para tratar la depresión en humanos. En octubre de 2021, Viatris, una compañía formada en 2019 a través de la fusión de la división Upjohn de Pfizer y Mylan, confirmó a PETA que no usaría la prueba de nado forzado en el futuro.
Sage Therapeutics: septiembre de 2019
Después de conversaciones con PETA, Sage Therapeutics, una compañía farmacéutica que se especializa en el desarrollo de medicamentos antidepresivos, prohibió la prueba de nado forzado. Esto es particularmente significativo ya que se supone que esta prueba ampliamente desacreditada, evalúa la efectividad de los medicamentos para tratar la depresión en humanos.
Novo Nordisk A/S: agosto de 2019
Poco después de que AstraZeneca tomara medidas contra la prueba de nado forzado, Novo Nordisk A/S, el gigante farmacéutico que ocupa el puesto 15 en el mundo, respondió a la exigencia de PETA diciendo que también la prohibiría.
AstraZeneca–August 2019
Después de que PETA se acercó a AstraZeneca, la 12.ª compañía farmacéutica más grande del mundo acordó que el uso de la prueba de nado forzado debía terminar y emitió una prohibición de la empresa a nivel global.
Boehringer Ingelheim: julio de 2019
Desde 1993, la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim (en la lista Fortune 500) publicó o financió al menos 12 artículos y presentó al menos una solicitud de patente que describía el uso de la prueba de nado forzado en más de 1300 ratones y ratas. Pero después de escuchar a PETA y PETA Alemania, Boehringer Ingelheim decidió prohibir la prueba.
Astraea Therapeutics: junio de 2019
La compañía farmacéutica en etapa de descubrimiento Astraea Therapeutics suministró un compuesto a un experimentador externo que obligó al menos a 200 ratones a soportar la prueba de casi ahogamiento. Cuando los científicos de PETA le presentaron a Astraea evidencia sólida que desacreditaba la prueba y cuestionaba la participación de la compañía, esta nos aseguró que no realiza ni financia tales experimentos y que no tenía intención de hacerlo en el futuro.
Roche Pharma: junio de 2019
Entre 2001 y 2018, Roche publicó al menos 11 artículos que describían el uso de la prueba de nado forzado en experimentos con más de 800 ratones y ratas. Después de escuchar a PETA, PETA Suiza y PETA Alemania, Roche confirmó que prohibió la prueba.
NutriFusion LLC: mayo de 2019
El CEO de NutriFusion le dijo a PETA que no sabía que un investigador universitario apoyado por la compañía había usado la prueba de nado forzado en al menos 75 ratones. Se puso en contacto con el investigador, confirmó que la prueba no se volvería a utilizar y le aseguró a PETA que su empresa nunca más se involucraría en ella.
DSM Nutritional Products: abril de 2019
DSM Nutritional Products, que fabrica ingredientes utilizados en suplementos nutricionales y productos de cuidado personal, sometió a más de 200 ratones y ratas a la prueba de casi ahogamiento para hacer dudosas afirmaciones sobre ingredientes. Pero la compañía acordó descontinuar la desacreditada prueba luego de ser contactada por PETA.
Johnson & Johnson: marzo de 2019
Johnson & Johnson y al menos una de sus filiales habían escrito recientemente sobre el uso de la prueba de nado forzado. Pero luego de conversaciones con PETA sobre la crueldad e inutilidad de la prueba, el gigante farmacéutico acordó prohibirla en el futuro.
AbbVie: diciembre de 2018
Después de que PETA contactara a AbbVie y presentara una resolución de accionistas en la que pedía a la empresa que dejara de financiar, realizar o encargar la prueba de nado forzado, se convirtió en la primera empresa farmacéutica en establecer una prohibición. AbbVie publicó la histórica nueva política en su página web.
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