Hasta hace poco, los perros que pudieran haber sido robados del jardín de alguien, recogidos en la calle u obtenidos por anuncios a condición de “darles un buen hogar”, fueron abiertos vivos, envenenados y asesinados en experimentos crueles – y el Instituto Nacional de Salud (NIH) pagaba la factura.
Pero ya no más. Desde el 1 de octubre, el NIH dejará de financiar experimentos en perros que hayan sido obtenidos por vendedores Clase B (mejor conocidos como vendedores de “origen dudoso”) – quienes tienen mala fama por adquirir animales por cualquier medio posible y obtener ganancias al venderlos a los laboratorios.
Es más caro para los laboratorios comprar perros y gatos criados específicamente para ser usados en experimentos, que comprárselos a los vendedores clase B, por lo que este cambio de política podría reducir significativamente el número de gatos y perros usados en experimentos financiados por el NIH.
La actividad cruel e ilegal de los vendedores clase B es un descontrol. Cuando PETA se infiltró dentro del Professional Laboratory and Research Services (PLRS), nos enteramos de que sus perros y gatos – a quienes gritaban y eran habitualmente pateados, golpeados, confinados a asquerosas jaulas y cosas peores – habían sido obtenidos de vendedores de “origen dudoso”. Tras la investigación de PETA, el PLRS cerró sus puertas para siempre. El infame vendedor Clase B R&R Research ha sido citado por las autoridades varias veces por obtener perros y gatos de fuentes ilegales y venderlos a los laboratorios, incluyendo a la Universidad de Michigan. Y otro vendedor de origen dudoso fue condenado a un año de cárcel por obtener perros ilegalmente para después venderlos a laboratorios.
La decisión del NIH se produce después de años de presión por parte de PETA, de otros grupos de protección animal, del público y del Congreso. En el 2012, el NIH dejó de financiar experimentos con gatos obtenidos de vendedores Clase B (basado en un informe del 2009 de la Academia Nacional de Ciencias, que concluyó que no es necesario utilizar animales de vendedores Clase B en experimentos), y ahora se hará lo mismo para los perros.
Esta decisión es un paso en la dirección correcta, y esperamos que el NIH dé otro paso importante por los animales, terminando con sus crueles experimentos sicológicos en monos bebé.