¿Imaginas sentirte tan superior que, por la mantequilla que le untas a tus tostadas en las mañanas, te parezca que vale la pena inseminar artificialmente a una vaca, arrancarle a su becerro mientras ella mira indefensa, y (finalmente) asesinarla?
La única respuesta aceptable es no.
Las vacas son asesinadas por su leche, que se usa para hacer mantequilla. Y sus vidas, antes de ser asesinadas para producir carne de mala calidad alrededor de los 4 años de edad, tampoco eran nada fáciles. Estas vacas obligadas a vivir entre charcos de sus propios orines y excrementos, por ejemplo, nunca entenderían porqué no simplemente elegiste una deliciosa mantequilla vegana.
En un distribuidor de Land O’Lakes en Pensilvania, las vacas con dificultad para mantenerse en pie fueron pateadas y recibieron descargas eléctricas. Esta vaca fue llevada al matadero dos días después de hacer esta grabación:
Las vacas, cuyos embarazos, al igual que los de las futuras madres humanas, duran alrededor de nueve meses, a menudo sufren complicaciones posparto. Esta vaca, que era identificada por el mismo distribuidor de Land O’Lakes, simplemente como “número 95”, murió cuatro días después de dar a luz:
Esta vaca (identificada por los granjeros de lácteos sólo como “6”) sangraba por la nariz, atrayendo a las moscas, todo para que los humanos pudieran robarle su leche, quizás para hacer mantequilla:
Impactantes imágenes de video de una granja orgánica de cabras comprueban que las vacas -que disfrutan de ser acariciadas y muestran afecto, justo como nuestros adorados perros con los que compartimos nuestro hogar- no son las únicas maltratadas y asesinadas por la leche. Los compradores no deben confiar en las etiquetas que dicen “orgánico”, que aparecen en los paquetes de mantequilla u otros “productos” lácteos. En esta granja, las dóciles cabras -cuyos balidos tienen acentos diferentes, igual que las voces de los humanos- fueron golpeadas violentamente:
En la cooperativa de lácteos más antigua y segunda más grande de Australia, un testigo documentó que una vaca, que murió mientras intentaba dar a luz, fue tirada junto con su becerro nonato aún dentro de ella…
…y que otra aún se movía cuando fue arrastrada, atada por una correa a un tractor que la ahogaba:
Ya sea que estos animales sean usados para hacer mantequilla o algún otro cruel “producto” lácteo, sus miserables vidas terminan de una de estas dos maneras: Mueren en la granja o durante el transporte, o son violentamente asesinadas en el matadero, donde -a menudo- permanecen conscientes durante minutos, después de haberles cortado la garganta.
Mantequilla, leche, queso, carne, cuero… las vacas y otros animales no solo están sufriendo por estos “productos”, están siendo asesinados por ellos. Y puesto que la mantequilla láctea es tres veces más dañina para el medio ambiente que la mantequilla vegana -y porque las opciones veganas saludables son casi tan fáciles de conseguir como las lácteas de menor calidad- no hay pretexto que valga para no dejarla ahora mismo, antes de que otro ser sintiente sea asesinado.
Las vacas asesinadas para hacer mantequilla no tienen tiempo para el vegetarianismo, pescetarianismo, flexitarianismo, especismo, ni ninguna otra forma de “ismo” inútil. Sólo hazte vegano ya.
No podemos esperar a que otras granjas y empresas de lácteos alcancen la épica evolución vegana de Elmhurst; como consumidores, tenemos el poder de evitarles a los animales un sufrimiento incalculable tomando mejores decisiones que incluyen comprar mantequilla vegana en lugar de mantequilla por la que murió una vaca o una cabra.
PIDE YA TU KIT VEGANO