La Universidad de Washington (UW) no quiere que el público sepa lo que sucede en su enorme y secreto laboratorio subterráneo de monos, escondido en Seattle. Pero no permitiremos que eso impida que los contribuyentes conozcan la verdad.
En una reciente junta pública, un funcionario de la Universidad de Washington afirmó que los experimentos en monos, realizados en el fracasado Centro Nacional de Investigación de Primates de Washington (WaNPRC), eran los causantes directos de la prometedora vacuna de Moderna contra la COVID-19. Eso es mentira.
PETA estuvo allí para tomarlo por sorpresa y ahora estamos pidiendo una investigación.
Jane Sullivan, directora del Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales de la UW, que tiene la tarea de supervisar el uso “ético” de los animales en la instalación, leyó la falsa declaración en la apertura de la reunión del comité, el 19 de noviembre:
“Entonces, primero quiero actualizarlos sobre la nueva vacuna de ARN de Fuller Lab, de la que les hablé en agosto. Esta es la vacuna de Moderna, que según se informó a principios de esta semana tiene un 94.5% de eficacia en los ensayos clínicos de la fase tres que se realizaron en paralelo con la investigación en monos”.
“Esta es una noticia tremendamente emocionante”, agregó. Y también tremendamente falsa.
La científica asesora de PETA, Dra. Lisa Jones-Engel, asistió a la reunión y presionó a Sullivan para que diera una explicación. Visiblemente nerviosa, Sullivan se negó a responder, diciendo que Jones-Engel podía leer la transcripción de sus comentarios cuando se publicaran en algún momento en el futuro. Luego, Sullivan dijo que Jones-Engel podía enviarle un correo electrónico.
Después, en un intercambio de correos privados, Sullivan admitió ante Jones-Engel que su declaración realmente era falsa.
“Afirmaciones erróneas, reproducción inadecuada de los hechos y falacias absolutas, particularmente cuando ocurren en el contexto de temas tan sensibles como el de las vacunas contra la COVID-19, son violaciones graves de la confianza ciudadana”, escribió Jones-Engel en una carta al organismo de supervisión federal, solicitando la investigación.
La mentira de Sullivan no fue un comentario improvisado; ella la leyó de un informe escrito. Alguien la pensó y la escribió para divulgarla en esta reunión. ¿Fue elaborada para insinuar que el tormento de los monos en el WaNPRC es, de algún modo, de interés inmediato para la salud humana? ¿Los funcionarios están tratando de desviar la atención de las imágenes del terrible encierro de los monos en el centro, publicadas recientemente por PETA? Eso es lo que nos gustaría saber.
Esto es lo que sabemos con certeza
El WaNPRC es un fracaso colosal financiado por los contribuyentes. Este último episodio muestra hasta dónde llegarán los experimentadores del centro para hacerle creer a la gente que los experimentos crueles e inútiles que realizan en los monos, tienen alguna oportinidad significativa de elevar nuestra comprensión de la salud humana, a pesar de 60 años de pruebas que demuestran lo contrario. No caigas en sus mentiras.
Por favor únete a miles de partidarios de PETA para pedir el cierre inmediato del WaNPRC y la liberación de los monos en santuarios acreditados, donde se les dará la seguridad y dignidad que merecen por el resto de sus vidas.
¡ACTÚA AHORA!