Dándole la espalda a las sobras de la cena del día de Acción de Gracias y a las ofertas del “Black Friday”, un grupo de voluntarios de PETA, pasó el día después de Acción de Gracias buscando fríos, solitarios y a menudo olvidados “perros en patios traseros”.
Con una temperatura bajo cero esa noche en Virginia y en Carolina del Norte, nuestros voluntarios fueron muy necesitados. Entregaron camas de paja, proporcionaron agua fresca a aquellos que solo tenían hielo en sus tazones congelados, dieron golosinas y entregaron afecto con cada palabra y caricia.
Aquí hay un puñado de los animales quienes sus vidas hoy fueron un poco mejor gracias a nuestro Community Animal Project (Proyecto Animal de la Comunidad) y voluntarios. Todos los servicios que proporcionaron y las camionetas que condujeron fueron posible gracias a generosos donadores como tú.
Los perros encadenados tienen que soportar climas en condiciones extremas por lo general sin cuidados veterinarios ni compañía. Los fríos inviernos traen más dificultades a los perros dejados a la intemperie, quienes sufren de sed y deshidratación cuando sus fuentes de agua se congelan y de dolor en sus huesos y quemaduras por el frío y exposición al clima. Los perros frustrados encadenados son más propensos a ser agresivos, morder y además son vulnerables a actos de crueldad.
Qué Puedes Hacer
Por favor revisa si tu ciudad tiene un reglamento en contra del encadenamiento
aquí en el sitio web de PETA. Si ves un perro encadenado, comunícate con las autoridades locales para averiguar si el encadenamiento es ilegal. Supervisa y trata de mejorar la situación si no lo es.