PETA acaba de enterarse de que SeaWorld envió en secreto 24 delfines, dos de los cuales fueron “rescatados” y luego exhibidos públicamente a Abu Dabi para ser explotados allí, en su nuevo parque. Mientras tanto, el público sigue sin saber que los “rescatados” podrían usarse como máquinas reproductoras o ser obligados a realizar trucos.
Si estos delfines están lo suficientemente sanos como para ser trasladados por todo el mundo, están lo suficientemente sanos como para ser liberados en santuarios costeros. Conoce los nombres y las historias de los 24 delfines que SeaWorld acaba de enviar a miles de millas al otro lado del mundo:
Alice, Haven y Zip enviados desde SeaWorld San Antonio
Después de su “rescate” en 2007, Sea World San Antonio encerró a Alice para usarla como máquina reproductora y obligarla a realizar trucos en una piscina de concreto. SeaWorld la crió en el marco de su programa de reproducción de delfines, en el que el personal saca del agua a las hembras, a veces después de drogarlas para que no puedan defenderse, y les introduce tubos llenos de semen en el útero. Alice dio a luz a dos crías a través de esta inseminación artificial forzada: Haven, de 9 años, a quien SeaWorld también envió a Abu Dabi; y Cooper, de 3 años, que permanece cautivo en SeaWorld San Antonio.
Zip, el otro delfín “rescatado” enviado a SeaWorld Abu Dhabi, había estado confinado en el parque de San Antonio desde 2016.
Tiger, Potter, Tinker, Roka, Dexter, Delilah, Storm, Naia y Nala enviados desde SeaWorld Orlando
Tiger, Potter y Tinker nacieron en tanques de concreto relativamente diminutos en SeaWorld Orlando en Florida, donde pasaron toda su vida hasta que el parque los envió a SeaWorld Abu Dhabi para seguir sufriendo en piscinas tratadas con químicos.
Roka, de 15 años, y Naia, de 20, nacieron en Discovery Cove y fueron enviadas a SeaWorld Orlando alrededor de 2009; donde Naia, antes de cumplir los 2 años, dio a luz a su cría Rhett. Dexter, Delilah y Storm nacieron en Discovery Cove y luego los llevaron a SeaWorld Orlando, donde fueron colocados en grupos sociales artificiales, lo que puede generar frustración y agresión.
Nala, nació en SeaWorld San Antonio de su madre, Nikki, quien fue sexualmente abusada por SeaWorld, como parte de su sórdido programa de reproducción, y luego fue enviada a SeaWorld Orlando en 2019. SeaWorld la obligó a padecer otro viaje largo y muy estresante al parque de Abu Dhabi a miles de kilómetros de distancia.
Solo un “rescate” simulado implicaría usar un delfín silvestre que necesitaba ayuda como máquina de reproducción y obligarla a realizar trucos en una piscina de concreto.
Daphne, Venus, Connie, Kali, Blue y Bodie enviados desde SeaWorld San Diego
Daphne nació en SeaWorld San Diego, donde permaneció durante 23 años. Allí, dio a luz a su única cría, Osa, que murió a los 9 meses de edad, y luego supuestamente sufrió un aborto espontáneo en 2012. En lugar de liberarla a ella y a otros cinco delfines que nacieron en el parque de San Diego (incluidos Venus, Connie, Kali, Blue y Bodie), a un santuario costero, SeaWorld los envió a 8400 millas de distancia, a Abu Dabi.
Reef, Skye, Eden, Fiona, Lola y Sparrow enviados desde Discovery Cove
Reef, Skye, Eden, Fiona y Lola nacieron en Discovery Cove, donde pasaron toda su vida hasta que fueron enviados al otro lado del mundo al parque de Abu Dabi. Tanto Reef como Skye nacieron por inseminación forzada para una vida miserable en cautiverio.
Con solo 9 años, Sparrow ya ha estado cautivo en tres parques marinos, desde SeaWorld Orlando hasta Discovery Cove y, ahora, SeaWorld Abu Dhabi.
Dile a SeaWorld que deje de reproducir delfines y los envíe a santuarios costeros
En el océano, los delfines pueden nadar hasta 60 millas por día en manadas familiares, pero los crueles parques marinos como SeaWorld confinan a estos animales curiosos e inteligentes en tanques estrechos e inhóspitos.
Es hora de que SeaWorld acabe con décadas de abuso de delfines como máquinas reproductoras para crear más generaciones de animales para explotar. Tú puedes ayudarlos diciéndole a SeaWorld que finalice su programa de reproducción de delfines y traslade a todos los delfines y ballenas, que actualmente confina, a santuarios costeros, donde podrían sumergirse a mayores profundidades, nadar distancias más largas y estar libres de explotación:
¡ACTÚA!
