Una granja industrial proveedora de beagles a laboratorios: fue la investigación encubierta de PETA que se conoció en todo el mundo. El impacto llegó al Congreso, y ahora, la representante Dina Titus (D-Nev.) y otros seis representantes se pronuncian por los miles de beagles que sufren en la enorme instalación operada por Envigo en Cumberland, Virginia, que cría perros para experimentación. Los legisladores enviaron una carta al Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) instando a la agencia a cumplir con sus obligaciones legales confiscando los perros en Envigo o suspendiendo la licencia de la instalación por sus importantes, directas y reiteradas violaciones a la Ley federal de Bienestar Animal (AWA). Los representantes Julia Brownley (D-Calif.), Elaine G. Luria (D-Va.), Eleanor Holmes Norton (D-D.C.), Rashida Tlaib (D-Mich.), Charlie Crist (D-Fla.), y Jerry McNerney (D-Calif.) también firmaron la carta.
Una investigación encubierta de PETA realizada dentro de la enorme fábrica de cría de perros, propiedad de Envigo, encontró 5 000 perros y cachorros beagle en confinamiento intensivo en caniles y jaulas pequeños y desolados las 24 horas del día, los 7 días de la semana. “[Un] investigador de PETA que trabajó en Envigo durante siete meses grabó a trabajadores sin credenciales veterinarias inyectando medicamentos para la eutanasia directamente en los corazones de los cachorros sin sedarlos, causándoles un inmenso dolor; privando intencionalmente a las madres lactantes de comida por hasta dos días, incluso después de la advertencia antes mencionada del USDA para que cesen esta práctica cruel; y dejando a los perros empapados y temblando por el agua rociada a través de mangueras de alta presión”, señalan la representante Titus y los demás en su carta.
En julio, el USDA citó a Envigo por 26 violaciones a la AWA. En octubre, un equipo de funcionarios del USDA realizó una inspección de varios días en la fábrica de cachorros. El USDA corroboró los hallazgos de PETA y citó a Envigo por 13 violaciones más. Sin embargo, a pesar de estas citaciones, la agencia no ha tomado medidas significativas para proteger a los miles de beagles que permanecen encerrados en la instalación. En su carta, la representante Titus y los otros representantes exigen medidas:
Esta falta de seguimiento oportuno no es lo que pretendía el Congreso cuando le confió al APHIS la investigación de estas violaciones a la ley federal. Por favor, proporciónele a mi oficina… una explicación completa de cuándo APHIS tomará estas y otras medidas para prestar ayuda urgente a los aproximadamente 5 000 perros confinados en Envigo.
De las 39 violaciones por las que se citó a Envigo entre julio y octubre de 2021, 19 fueron directas o críticas (con efectos adversos serios o graves en la salud y el bienestar de los animales) y 11 fueron fallas reiteradas. Las violaciones incluyen lo siguiente:
- Solo se emplearon 17 miembros del personal para la atención directa a 5 000 perros y cachorros.
- Más de 300 muertes de cachorros fueron atribuidas a “causas desconocidas”.
- Un cachorro muerto fue encontrado eviscerado y los registros mostraron que sus compañeros de canil habían “masticado” su cadáver.
- Numerosos perros fueron privados de atención por “enfermedad dental grave”, afecciones oculares, llagas con costras y supuración en los pies, múltiples lesiones cutáneas con tejido “engrosado” e “inflamado”, y otras heridas y afecciones.
- Tres perros habían sido matados en peleas y otros 71 habían resultado heridos por perros en caniles adyacentes. Faltaban veinticuatro perros y cachorros, y nueve perros que habían resultado heridos cuando otros perros agarraron “partes corporales” a través de la pared de un canil y las mordieron, causándoles “daño físico y dolor innecesario”, fueron sometidos a eutanasia.
- A trece madres se les negó comida durante 42 horas mientras amamantaban a 78 cachorros.
- Había “heces viejas, secas y con moho” en los recintos para perros; hasta 6 pulgadas de heces apiladas en una alcantarilla; un canil con “al menos nueve o diez pilas de heces”; y un “olor fecal abrumador”, además de un “fuerte olor a aguas residuales” en la instalación.
La representante Titus y los otros firmantes de la carta encabezan el llamado del Congreso para que APHIS suspenda la licencia de Envigo o confisque los animales que siguen sufriendo en el infame criadero de Virginia, y tú puedes ayudar. Haz clic abajo para sumarte a PETA, a la representante Titus y sus colegas, y a muchos otros para instar a las autoridades del USDA a rescatar a los perros que sufren y suspender la licencia de Envigo de inmediato:
¡LOS PERROS ATRAPADOS EN ENVIGO NECESITAN TU AYUDA!