Entonces, ¿Eres latino o indígena y estás pensando en hacerte vegano? Conoce por qué es la mejor idea que existe. Soy de la nación Charrúa, en el sur de Brasil. Me identifico tanto latina e Indígena; a menudo juntando las palabras y diciendo latinindígena. Pero incluso si sólo te identificas como indígeno o latino, probablemente te identificarás con este artículo.
Me hice vegetariana en la guardería, antes incluso de saber lo que significaba esa palabra. Mi mamá me crió con la creencia de que somos uno con los animales que comparten esta tierra, así que me rompió el corazón saber que estábamos pagando para que los mataran, empaquetaran y vendieran como alimento. Lloré y le dije: “No quiero volver a comer ningún animal nunca más”.
A los 18 años, aprendí que los animales también son lastimados y asesinados para obtener productos lácteos y huevos. Entonces me hice vegana. peta2 cree que los animales no están aquí para servir a los humanos porque están aquí con nosotros, no para nosotros. Esta es una filosofía que resuena profundamente conmigo y en mi cultura. Nuestras diversas naciones indígenas ciertamente no son monolitos, pero creo que muchos de nosotros sentimos una conexión y un deseo de proteger a los animales, nuestros compañeros y herederos de Beadahá (la Madre Tierra). Estás en lo correcto al querer asumir esa responsabilidad.
¡Hacerme vegana es definitivamente la mejor decisión que he tomado! Conoce algunas formas de reconectar con tus raíces latinindígenas, al estilo vegano:
Veganizar recetas tradicionales
A algunas personas les preocupa disgustar a los miembros de la familia rechazando sus platos no veganos, ¡pero tu familia podría sorprenderte! Meterme en la cocina con mis tias o mis avós y buscar nuevas recetas para nuestros platos tradicionales ha sido una experiencia de unión tan bonita que no la cambiaría por nada.
Mira estas recetas de coxinhas veganas y pão de queijo vegano que nos encanta hacer:
Reconectar con tus raíces
“¿Qué hay de honrar nuestra cultura?”
Si te haces vegano, estás honrando nuestra cultura y las viejas costumbres. Somos los protectores originales de esta tierra y sus animales. Y todavía los protegemos. Aunque los pueblos indígenas ahora representan sólo alrededor del 5% de la población, protegemos el 80% de la biodiversidad de la Tierra.
Además, seamos realistas: la forma en que nuestros antepasados preparaban sus comidas es muy diferente de la forma en que se prepara hoy la “comida” no vegana. No puedo imaginar que se sintieran honrados de saber que el pollo en el plato de sus descendientes fue manipulado genéticamente o que las crías de las vacas fueron arrancadas de sus madres. En cambio, creo que se alegrarían al saber que nos estamos haciendo veganos y que estamos trabajando para liberar a los animales que, como nuestro pueblo, han soportado muchas atrocidades.
Este informe explica que muchas de nuestras dietas eran en gran medida vegetarianas antes de la colonización. Pero cuando los conquistadores llegaron a América, vieron a los animales como un medio para conseguir un fin y a los gustos personales con más importancia que el respeto a la libertad de los demás (tanto humanos como animales). Entonces nuestros platos tradicionales cambiaron (en esa época a la fuerza), pero pueden volver a cambiar; y esta vez sería nuestra elección.
Nuestras culturas consisten en algo más que una práctica única. Tenemos muchas tradiciones que no implican el sufrimiento de nadie y que son mucho más antiguas y sagradas que todo lo que llegó con la colonización. Confío en que nuestras tradiciones son lo suficientemente fuertes como para sobrevivir a nuevas formas y al mismo tiempo honrar las viejas costumbres y que podamos sobrevivir al genocidio cultural sin lastimar a otros seres en el proceso.
Mi consejo: Confía en tu intuición y hazte vegano como parte de tu viaje descolonizador. Incluso podrás inspirar a otros a hacer lo mismo.
Celebrar el Carnaval con distinción
Siéntete bien bailando toda la semana con un traje de carnaval libre de crueldad usando plumas artificiales para tu elaborado tocado y manteniéndote alejado de cualquier prenda fabricada con materiales derivados de animales.
Reclutar a nuestras familias
Nosotros no creamos la catástrofe climática y no somos los principales contribuyentes a ella, pero eso no significa que no debamos intentar combatirla. Sigue siendo una cuestión de vida o muerte, para los animales, para la Madre Tierra y para nosotros. La comida vegana es respetuosa con el planeta y hay muchas opciones muy asequibles en tu supermercado.
Por supuesto, la escasez de alimentos es un problema en algunas reservas y en algunas áreas latinas. Muchas personas complementan su dieta plantando árboles frutales o un huerto. Si no tienes un patio trasero, puedes encontrar una parcela comunitaria o cultivar alimentos en tu balcón, si tienes uno. También se puede pedir comida vegana por Internet. Elegir el veganismo siempre que sea posible ayudará enormemente a los animales y a la Tierra.
Y sea cual sea tu situación, puedes alzar la voz para defender la alimentación vegana: puedes hablar con tu familia y amigos, y puedes intentar convencer a empresas y gobiernos de que inviertan en ofrecer opciones sostenibles, asequibles y accesibles para todos.
Educar a la comunidad
Algo que he escuchado antes es: “Los indígenas solían cazar para alimentarse y honraban al animal. Es lo mismo”. Normalmente quienes lo dicen, no son indígenas. Y cuando usan el tiempo pasado para hablar de nosotros es una doble señal de alarma. Seguimos aquí, y la mayoría de nosotros compramos ahora en supermercados, como todos los demás. Puedes ayudarles a informarse compartiendo estos datos o recomendándoles que lean este artículo. No hay comparación entre la caza ocasional de nuestros antepasados y la domesticación masiva antinatural, deshonrosa e innecesaria y los métodos violentos de cría para matar de la ganadería industrial actual.
Además, la producción de productos animales perjudica a los pueblos indígenas y latinos. Alrededor del 77% de todos los trabajadores agrícolas son hispanos, según una Encuesta Nacional de Trabajadores Agrícolas. Las condiciones laborales en muchas granjas son muy lamentables. Por ejemplo, los trabajadores están expuestos a productos químicos y aire saturado de heces y son obligados a trabajar a un ritmo vertiginoso, y pueden inyectarse accidentalmente vacunas destinadas a azotar animales que están desesperados por escapar. “Chicken Doctors and the Trials of Transcendence“, del Dr. Geovani Ramírez, es un ensayo que profundiza en este problema.
Esta industria también requiere mucha tierra. Nuestra tierra. Cuando llegaron los colonizadores, la Iglesia católica se convirtió en el mayor terrateniente de América Latina y desarrolló la agricultura comercial para afianzarse económicamente. Hoy en día, las empresas siguen usando nuestra tierra y se expanden cada día. Los ganaderos están incendiando uno de los recursos más preciados del planeta, la selva amazónica, incluidos territorios protegidos por tribus indígenas, con el fin de despejar más tierras para la ganadería, lo que diezma las poblaciones de fauna silvestre. Un documental titulado The Territory (El territorio), que ya se transmite en Disney Plus y Hulu, aborda esta cuestión fundamental.
Nuevas formas de honrar a Yemanjá
Tradicionalmente, es habitual que los brasileños dejen baratijas junto al océano para la diosa Yemanjá. La creencia es que, si las olas se llevan las baratijas, ella ha aceptado la ofrenda. Si las baratijas siguen ahí al día siguiente, es que las ha rechazado. Si bien la diosa del mar aprecia todo el amor, es importante asegurarse de no dejar objetos que puedan dañar sus océanos o a los animales que viven en ellos. En lugar de dejar collares que pueden enredarse en el cuello de una tortuga o maquillaje que pueda acabar en el estómago de una ballena, deja ofrendas en forma de arte en la arena. Escribe tus deseos para su bendición en la arena y comprueba al día siguiente si las olas los han cubierto para traerte buena suerte. Luego muéstrale tu gratitud organizando periódicamente limpiezas de playas a lo largo del año.
Hay tanto que esperar al incorporar la vida vegana a nuestras ricas tradiciones. Te animo a que encuentres formas de ampliar esta lista de ideas, a que te sientas orgulloso de tu compasión y de tu cultura, y a que sepas que al volverte vegano estás honrando a Beadahá (la Madre Tierra), a los animales, a tu propio cuerpo y a nuestras raíces originales en el proceso.