Escrito por Alisa Mullins
Dos adolescentes estaban pasando el rato cerca de un arroyo en Clendenin, West Virginia, cuando vieron a un hombre salirse de la carretera y tirar dos bolsas en el agua. Los muchachos estaban lo suficientemente cerca para escuchar chillidos saliendo de las bolsas, así que uno de ellos inmediatamente saltó al agua y agarró las bolsas. Adentro encontraron cinco gatitos diminutos, quienes no tenían ni siquiera una semana de nacidos. “¡El hecho de que alguien sea tan cruel como para hacer eso!” dijo uno de los muchachos. “Son tiempos difíciles —yo entiendo eso. Pero siempre hay una mejor solución que esa. Siempre”.
Él tiene razón, pero, aunque hay una solución simple y fácil para la sobrepoblación animal —la esterilización—algunas personas todavía se niegan a hacer lo correcto y los animales sufren como resultado de esto, especialmente en esta época del año.
Cuando los días se vuelven más largos, los ciclos reproductivos de las gatas están en su punto más alto, llegando a tener 2 o hasta 3 camadas por gata antes de que llegue el invierno. Para los gatos sin hogar, la temporada trae consigo más miedo, preocupación y dificultad de lo usual. Las hembras preñadas buscan lugares seguros para dar a luz. Edificios abandonados, tuberías de drenaje, esquinas de garajes poco usados, espacios estrechos debajo de las casas, pórticos y cobertizos son sus únicas opciones, los cuales no ofrecen realmente ninguna comodidad ni seguridad. Los parásitos internos y externos, junto con las elevadas temperaturas del verano, representan una gran dificultad, incluso para los gatos fuertes que son por lo demás saludables, y por lo general son mortales para las madres y los recién nacidos.
Para los refugios para animales, la “temporada de gatitos” trae una gran cantidad de gatitos abandonados y sin hogar, pero con la creciente popularidad de las denominadas regulaciones de “no matar” para evitar la eutanasia, algunos refugios simplemente se están rehusando a aceptar gatos cuando ya no tienen espacio y están promoviendo programas de atrapar-esterilizar-regresar en lugar de atrapar y abrigar gatos ferales. Incluso quienes proponen estas regulaciones admiten que están sentenciando a los gatos a la muerte (y no a una muerte tranquila y sin dolor en un refugio para animales). En el condado de Mesa, en Arizona, por ejemplo, la Roice Hurst Humane Society utiliza el eufemismo “dejar que la naturaleza siga su curso” para describir sus políticas que permiten que los gatos tengan muertes lentas y dolorosas en las calles.
Los gatitos son posiblemente los más vulnerables entre los animales sin hogar. Pequeñitos e indefensos, a menudo caen presa de predadores, las inclemencias del tiempo, enfermedades contagiosas y mortales y personas crueles.
Un estudio publicado en el Journal of the American Veterinary Medical Association encontró que 75% de los gatitos que vagan libremente murieron o desaparecieron antes de cumplir 6 meses. El traumatismo fue la causa de muerte más frecuente.
Los trabajadores de campo de PETA reciben incluso más llamadas de lo normal en esta época del año, a propósito de gatitos que están en problemas, que no son deseados o que son abandonados. Nuestros trabajadores de campo a menudo llegan a la escena y encuentran gatitos que están terriblemente enfermos, muriendo, o, en algunos casos, ya muertos.
Con tan solo una semana de vida, este gatito diminuto estaba sufriendo de ácaros del oído, pulgas, gusanos, anemia y de una infección respiratoria superior.
Estos tres gatitos estaban sufriendo de infecciones respiratorias superiores tan graves que sus ojos habían desarrollado úlceras y todos estaban ciegos.
Esta gatita estaba fatalmente herida después de ser atropellada por un carro, pero todavía estaba viva cuando nuestros trabajadores de campo la encontraron, a su regreso después de otra llamada. Ellos pudieron terminar su sufrimiento.
Un buen samaritano trajo a este gatito recién nacido que estaba gravemente herido a la sede de PETA en Norfolk, Virginia, después de esperar por más de una hora a que la oficina local de control animal respondiera.
Solamente un gatito de esta camada de 5 estaba todavía vivo cuando PETA los encontró. Sus enfermedades y lesiones incluían infecciones respiratorias superiores, diarrea, anemia, ácaros del oído, una pata rota, una herida en el pecho, una herida por mordedura con abscesos y cicatrices de heridas anteriores.
Estos gatitos son solo una pequeña muestra de los millones que perdieron la batalla por sobrevivir una vida difícil en las calles. Los que sobreviven, incluso por solo un año, pueden reproducirse y continuar el ciclo de sufrimiento y muerte. Por esta razón es fundamental esterilizar a todos los gatos, nunca dejar que los gatos vaguen en las calles sin supervisión y recoger gatos perdidos y llevarlos a refugios de buena reputación con admisiones abiertas que acepten a todos los animales y que no los rechacen para dejar que la “Madre Naturaleza” haga el trabajo sucio.