Escrito por Hannah Healy
Cuando era niña, mis padres me compraron un conejillo de Indias en una tienda de mascotas. Lo llamé Howie y lo amé más que a nada. Howie era adorable, afectuoso e inteligente. Solo había una cosa extraña: solo podía caminar hacia atrás. Incluso de niña, me preguntaba si en el pasado habría sufrido algún tipo de trauma físico o mental que lo llevó a comportarse de esta extraña forma.
Desde entonces, he aprendido que los animales en las tiendas de mascotas sufren una pesadilla viviente desde el momento en que nacen. Setenta y dos por ciento de los animales exóticos en el comercio de las “mascotas” MUEREN incluso antes de llegar a las tiendas de mascotas. Los animales son criados en GRANDES fábricas o son separados de sus familias y sus hogares en la naturaleza; hacinados en diminutas jaulas llenas de desechos; y se les priva de todo lo que es natural e importante para ellos, incluyendo a menudo sus necesidades básicas.
Cuidado: La siguiente información puede hacerte llorar.
Fase 1: Infierno en la fábrica-criadero
Un investigador de PETA pasó siete meses en U.S. Global Exotics (USGE) – que, en su momento, fue uno de los mayores distribuidores internacionales de “mascotas” exóticas en Estados Unidos. USGE envió animales a PETCO, PetSmart y a otras tiendas de mascotas. Tras la investigación PETA, más de 26.000 animales fueron rescatados (el decomiso de animales más grande en la HISTORIA) y USGE cerró permanentemente. Pero los animales siguen sufriendo y muriendo con otros proveedores de “mascotas” exóticas.
La mayoría de los animales destinados a las tiendas de mascotas son criados en bodegas, donde son hacinados y confinados en recipientes desoladores, en jaulas y en otros pequeños contenedores. Estas instalaciones básicamente son granjas industriales donde los animales son producidos en masa y vendidos como productos, y donde sus necesidades más básicas a menudo son ignoradas.
Animales pequeños como las ratas y los reptiles son mantenidos en jaulas diminutas, inmundas y hacinadas, o son alojados solos y se les niega la oportunidad de socializar. En USGE, algunos animales incluso eran mantenidos durante días o semanas en fundas de almohadas, en cajas de envío, o en botellas de refresco de 2 litros. Privados de ejercicio e interacción social y SIN ningún tipo de atención veterinaria, los cuerpos y las mentes de los animales se deterioraban. A los animales enfermos y moribundos a menudo simplemente los dejaban morir de hambre, los arrojaban a la basura o los metían en congeladores mientras todavía estaban vivos.
Las investigaciones de PETA han revelado que las fábricas de cría a menudo emplean solo a un pequeño grupo de personal, de tres o cuatro personas – ni por poco los trabajadores suficientes para cuidar adecuadamente a decenas de miles de animales. Muchos animales no cuentan con una alimentación, agua, aire, espacio, humedad, calor y atención veterinaria adecuados, y a menudo se les niega un final indoloro a su sufrimiento. El confinamiento y la privación intensos de muchos animales los llevan a arañar desesperadamente las aberturas de las jaulas en un intento de liberarse, a balancearse hacia atrás y hacia delante TODO el día, a pelear por espacio y por comida e incluso algunos se niegan a comer.
Fase 2: Transportados como mercancía
Los animales son transportados a las tiendas de mascotas hacinados en contenedores, los cuales son un caldo de cultivo de parásitos y de infecciones virales. A menudo llegan desnutridos, gravemente enfermos, preñados o heridos. A muchos animales los dejan languidecer durante días con dolores agonizantes antes de sacarlos de los contenedores en los que llegan. Los animales muertos o moribundos son considerados una parte normal del proceso – las tiendas de mascotas simplemente los tiran en sus congeladores.
Animales pequeños como los conejillos de Indias, los lagartos y los ratones no son los únicos animales que sufren durante el transporte. Los peces betta son colocados en pequeñas bolsas de plástico…
… y atestados en cajas de cartón.
Durante la investigación en USGE, PETA descubrió más de 400 iguanas en una caja de embalaje. Las habían abandonado allí por dos semanas sin comida ni agua, debido a un pedido cancelado. La mitad de ellas habían muerto.
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Fase 3: Sufrimiento en los estantes de las tiendas para mascotas
El objetivo en las tiendas de mascotas es obtener ganancias económicas, por lo que meten a tantos animales como sea posible en sus jaulas. Los animales pequeños tales como los ratones, los hámsteres, los jerbos y las ratas viven en lugares estrechos. Los peces (quienes se supone tienen océanos o lagos enteros para habitar) nadan en círculos sin fin dentro de pequeños tanques. Las aves son apiñadas dentro de jaulas donde apenas pueden estirar sus alas – y ni hablar de volar.
El mantener a estos animales en tales condiciones tiene como resultado consecuencias horribles. El estrés del confinamiento provoca que algunas aves ATAQUEN a sus compañeros de jaula. En un incidente, un perico en una tienda de PETCO se convirtió en la víctima de un frenético ataque. Le picaron toda la carne de su cráneo y languideció en agonía hasta que murió.
Un cliente de PETCO notó que esta rata (Ricky) hacía esfuerzos por respirar. Ella reportó la condición al gerente, pero nada se había hecho cuando ella volvió más tarde.
Ella compró a Ricky y lo llevó a un veterinario. Ricky fue diagnosticado con una enfermedad respiratoria crónica que comúnmente se encuentra en las instalaciones de cría de animales debido a las condiciones de vida insalubres. Ricky fue salvado, pero muchos animales en las tiendas de mascotas no son tan afortunados.
Los empleados de las tienda de mascotas a menudo están mal preparados para cuidar a los animales. Un empleado de PETCO sin cuidado azotó la puerta de una jaula, rompiendo la espalda de un camaleón bebé. No se hizo nada, y dejaron al bebé sufrir de sus lesiones. Murió al día siguiente.
Lo peor de todo es que el comercio de mascotas anima a la gente a ver los animales como compras impulsivas en lugar de seres complejos que requieren una vida de cuidado. Las tiendas de animales venden animales a cualquiera que pueda pagar, a menudo enviando animales a hogares con guardianes mal preparados, incompetentes, o incluso abusivos.
En pocas palabras
Las tiendas de mascotas no ven a los animales como seres vivos que merecen respeto. Los ven como meros objetos que se venden para obtener beneficios económicos. Para empresas como PETCO y PetSmart, los animales no son más que un inventario.
Los animales siguen sufriendo y muriendo en el comercio de mascotas porque la gente los sigue comprando. Sé un superhéroe para los animales: no frecuentes las tiendas que venden animales, e insta a tus amigos y familiares a hacer lo mismo.
