Tras décadas de arduo trabajo, se logró una victoria histórica para los animales usados para el entretenimiento: a principios de esta semana, el Senado de EE. UU. aprobó el proyecto de ley, Big Cat Public Safety Act (Ley de Seguridad Pública de Grandes Felinos), impulsado por Carole y Howard Baskin de Big Cat Rescue y respaldado por PETA y nuestros simpatizantes. ¡Y ahora, el presidente Joe Biden ha promulgado la ley que prohíbe la propiedad privada de grandes felinos y el contacto público con ellos!
Antes de la aprobación del proyecto de ley, las demandas legales de PETA casi habían aniquilado a la extremadamente cruel industria de interacciones con cachorros de grandes felinos al derrotar a los jugadores más importantes, entre ellos Jeff Lowe y muchos otros villanos de Tiger King.
Nuestra victoria legal contra Tim Stark y su zoológico de carretera, Wildlife in Need, estableció el precedente de que, entre otras cuestiones, separar a los cachorros de grandes felinos prematuramente de sus madres y permitir que el público los acaricie viola la Ley federal de Especies en Peligro de Extinción. La labor de PETA finalmente consiguió el rescate de 75 grandes felinos, muchos de los cuales fueron víctimas del comercio de interacciones con cachorros.
Con la aplicación adecuada, la nueva ley servirá para acabar con las empresas que explotan a los sensibles cachorros de grandes felinos para obtener ganancias. PETA confía en que la nueva ley eliminará a los dos villanos restantes de Tiger King: Bhagavan “Doc” Antle, quien ya enfrenta cargos estatales y federales por tráfico de vida silvestre, entre otros presuntos delitos, y Mario Tabraue, quien ya no podrá lucrar con el sufrimiento de cachorros de grandes felinos y sus madres.
Se Siguen Explotando a Otros Animales en Interacciones, Pero tú Puedes Ayudarlos
Si bien la nueva ley protegerá a los cachorros de grandes felinos, las peligrosas interacciones con otros animales continuarán –como con cachorros de oso, lémures, osos perezosos y nutrias. Estas actividades son tan crueles como las interacciones con cachorros de grandes felinos, y nunca deberías apoyar a ningún lugar que las ofrezca.
Muchas instalaciones dudosas adoptan palabras de moda como “santuario” o “rescate” en sus nombres comerciales para engañar a los consumidores sobre la calidad de los cuidados que reciben los animales. Lamentablemente, estos grupos no son más que criadores, distribuidores y expositores que explotan la buena voluntad y generosidad del público.
Recuerda: El propósito fundamental de cualquier santuario legítimo es brindarles a los animales condiciones de vida seguras y cómodas que les ofrezcan una existencia tan natural como el cautiverio permita. Ningún santuario de animales exóticos de buena reputación permite ningún tipo de sesión fotográfica con animales ni alienta ningún otro contacto directo entre animales y visitantes.