Mientras para muchos de nosotros ha representado un esfuerzo estar confinados la mayor parte del tiempo en nuestros hogares, como medida de seguridad contra la COVID-19, hay algunos entre nosotros para quienes el paraíso es tener siempre a su paso a miembros de la familia. Estamos hablando de nuestros perros y gatos, por supuesto.
A medida que más y más ciudades y estados reanudan sus actividades, muchas personas estarán regresando al trabajo y a la escuela fuera de casa, y ese cambio será doloroso para nuestros amigos de cuatro patas.
Los perros y los gatos, como los humanos, son criaturas de hábitos y un cambio dramático en su rutina puede ser extremadamente estresante. Esto puede manifestarse de diversas formas, incluyendo depresión, ansiedad por separación e incluso enfermedades físicas. Si tu “nueva normalidad” va a incluir pasar menos tiempo con tus compañeros animales, tómate un tiempo ahora para ayudarlos a adaptarse al cambio.
- Ayuda a tu perro o gato a acostumbrarse a tu ausencia aumentando gradualmente la cantidad de tiempo que pasas fuera de la casa. Comienza por realizar los movimientos de salida recogiendo tus llaves y billetera y dirigiéndote a la puerta sin salir realmente. Luego, sal por unos minutos varias veces durante el día, para que tu compañero se acostumbre a tus salidas y entienda que volverás. Después de conseguir ausentarte varias horas seguidas, tu amigo de cuatro patas se dará cuenta de que esto es parte de la nueva rutina.
- Asegúrate de que tus animales de compañía estén haciendo bastante ejercicio y teniendo suficiente estimulación. Haz el hábito de llevar a tu perro a dar un paseo matutino. Esto puede significar tener que levantarte más temprano, omitir tu latte con leche de soja camino al trabajo o faltar al gimnasio, pero esta es la parte más importante del día de tu perro, no la omitas. También pasa un mínimo de 30 minutos al día jugando con tu gato. Hacer mucho ejercicio en las primeras horas del día puede ayudar a los animales a relajarse para que pasen más tiempo durmiendo la siesta y menos tiempo preguntándose a dónde se fue su familia.
- Ocupa las mentes y cuerpos activos de los animales proporcionándoles juguetes interactivos (como un juguete hueco de goma dura relleno de mantequilla de maní o un rompecabezas dispensador de golosinas para los perros y postes de rascado, varitas, punteros láser, objetos rellenos con hierba gatera y túneles plegables para los gatos). Darle una golosina a tu perro o gato al momento de salir también puede ayudar a aliviar la ansiedad por separación al asociar tu partida con algo positivo y gratificante.
- ¿No puedes llegar a casa a la hora del almuerzo para dejar salir a tu perro? Acuerda con un amigo, familiar o paseador de perros de confianza para que lo haga. Si tu perro disfruta de la compañía de otros perros, considera una guardería para perros cuidadosamente seleccionada unos días a la semana. (También podrías considerar adoptar un segundo animal como compañero). Mejor aún, pregúntale a tu empleador sobre la implementación de una política que admita perros en la oficina.
- Los gatos pueden parecer distantes para el observador casual, pero también pueden experimentar ansiedad por separación. Estate atento a comportamientos relacionados con el estrés, tales como acicalarse demasiado, falta de apetito u orinar fuera de la caja de arena. Estas también pueden ser señales de advertencia de una enfermedad grave, por lo tanto, lo primero que se deberías hacer siempre es obtener un certificado de buena salud de su veterinario. Los suplementos de tranquilizantes naturales y los difusores de feromonas pueden ser buenos para los perros y los gatos, al igual que una radio sintonizada con música clásica u otro tipo de música relajante para ayudar a mantenerlos en un estado de serenidad.
- Hagas lo que hagas, nunca enjaules a tu perro, especialmente mientras estés en el trabajo. Una jaula no es una “guarida”, es una jaula que evita que los perros hagan más que levantarse y darse la vuelta, si es que pueden. Además del dolor en músculos y articulaciones como resultado de estar inmovilizado por varias horas contra su voluntad, pasar largas horas solitarias en una jaula solo hará que tu perro se sienta más ansioso, frustrado y deprimido.
- Cuando llegues a casa, asegúrate de pasar tiempo de calidad con tus compañeros animales. Ponte al día con su cepillado. Miren Jeopardy! juntos en el sofá, jueguen lanzando un juguete que deban buscar o con un puntero láser. Visiten el parque para perros para disfrutar del compañerismo canino. Den un paseo largo y tranquilo y déjalos que se detengan a oler las rosas, por no decir las tomas de agua, todo el tiempo que quieran.
Y, oye, si trabajar desde casa te gusta tanto como te gustan tus familiares peludos, considera convertirlos en parte permanente de tu programa después de la pandemia. Dile a tu jefe que un familiar muy cercano te necesita en casa.