Todos los animales merecen respeto, seguridad y amor, sin embargo, cientos de millones de ellos son utilizados y maltratados en experimentos crueles e inútiles en los Estados Unidos cada año. Es especista creer que los animales que terminan en los laboratorios son diferentes de los perros y gatos con los que muchos estadounidenses comparten amorosamente sus hogares. PETA se dedica a poner fin a los experimentos con animales, y es importante mirar atrás y apreciar las vidas que hemos ayudado a mejorar. Aquí están las historias de algunos de los animales que PETA ha rescatado de los laboratorios:
Sheena Fue Rescatada Porque Alguien la Ama
Cuando la guardiana mayor de Sheena, Gayle, se dio cuenta de que no tenía los recursos para cuidar adecuadamente del perro, tomó lo que pensó que era la decisión responsable: la llevó a un refugio de animales con la esperanza de que encontrara un hogar más adecuado. Sin embargo, lo que Gayle no sabía era que el Refugio de Animales del Valle del Norte de Utah vendía voluntariamente animales a la Universidad de Utah (la U) para que los usaran en experimentos. Tres semanas después de dejar a Sheena, Gayle volvió a llamar al refugio y se horrorizó al saber que Sheena ya no estaba allí, no porque hubiera encontrado un hogar amoroso, sino porque la habían vendido a la U para ser utilizada en un experimento.
Gayle llamó a la línea directa de emergencias de PETA y se enteró de que los animales en la U a menudo son quirúrgicamente mutilados y luego asesinados. Exigió que la U le devolviera a Sheena y, con la ayuda de PETA, Sheena fue ubicada en un hogar seguro de acogida temporal. Una investigación encubierta de PETA sobre la U la llevó a anunciar que ya no compraría animales en refugios para usarlos en experimentos crueles.
Sin embargo, los animales que todavía están siendo explotados en los laboratorios de los EE. UU., no son menos amorosos que los que se encuentran en refugios u hogares. Nadie merece ser utilizado en experimentos crueles e innecesarios.
Te Presento a Marilyn y a Madonna
Al igual que Sheena, los cerdos Marilyn y Madonna iban a ser utilizados por la U en experimentos. Animales como ratones, ratas, pájaros y reptiles, que constituyen el 99% de los animales utilizados en experimentos en los laboratorios, no están amparados por la Ley de Bienestar Animal, la única ley federal que regula el tratamiento de los animales que se utilizan allí. Afortunadamente, PETA rescató a los hermosos cerdos. Ahora, viven en un espacioso santuario y han dejado los horrores de la U en el polvo, o tal vez en el lodo.
Buddy y Cooper tienen una Nueva Oportunidad en la Vida Después de Ser Rescatados de un Laboratorio
Los beagles son una de las razas que se utilizan con frecuencia en los experimentos debido a su naturaleza noble y bondadosa. Buddy y Cooper eran dos perros dulces, nacidos en una industria multimillonaria que solo quería sacar provecho de sus cuerpos, ignorando el hecho de que son seres sintientes. Rescatados después de una investigación encubierta de PETA en Professional Laboratory and Research Services, Inc., Buddy y Cooper finalmente pudieron vivir como perros reales, en lugar de ser utilizados en crueles experimentos científicos en Kindness Ranch.
La Nueva Vida de Samson
Al igual que Buddy y Cooper, Samson era otro beagle cosificado para experimentos, hasta que PETA lo rescató de Envigo, una enorme fábrica de cría de perros en Cumberland, Virginia, que suministraba perros a los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Samson, como los otros 5.000 beagles confinados en pequeñas jaulas y caniles en Envigo, solo conocía pisos duros y miedo constante. Cuando fue rescatado por primera vez, Samson, de 8 años, se alejaba de las manos humanas porque solo sabía que estaban conectadas a cosas como una manguera de alta presión que rociaba a los perros y sus recintos en las instalaciones. PETA lo liberó de Envigo y ahora puede sentir la amabilidad y el respeto por primera vez, en un hogar donde la gente lo cuida.
AYUDA A PERROS COMO SAMSON
La Vida Feliz de Tres Hermanas Rescatadas
Sarah, Peggy y Siri son, como la mayoría de las hermanas, muy diferentes entre sí. Sarah es la protectora, Peggy la aventurera y Siri la rastreadora inquisitiva. Todas las ratas son animales inteligentes, curiosos y sensibles, sin embargo, se usan comúnmente en experimentos porque su reproducción es barata y son fáciles de manejar. Las cabezas sensibles de los animales en la Cleveland Clinic, financiada por los NIH, fueron cortadas y su tejido cerebral expuesto con implantes de “ventana craneal”, y otros sufrieron de tumores grandes y heridas supurantes. Las adorables Sarah, Peggy y Siri estaban en peligro en la Cleveland Clinic, y muchas como ellas fueron usadas en experimentos. Si no hubiera sido por un investigador comprometido de PETA, sus historias y personalidades únicas habrían sido desconocidas.
Libby, Rescatada de Una Infección Perpetua, Disfruta de sus Días de Perro
A Libby la tenían junto a animales infectados con parásitos para probar productos de animales de compañía, y solo la llamaban por las letras tatuadas en la parte inferior de su oreja. Ella fue uno de los casi 250 perros y gatos rescatados después de la investigación de PETA sobre Professional Laboratory and Research Services, donde los animales padecían exposición reiterada a gusanos y otros parásitos para que los productos químicos agresivos destinados a tratar estas infestaciones les fueran colocados en la piel o añadidos a su comida. Después de que un investigador de PETA grabara a trabajadores arrojando, golpeando y arrastrando perros; agarrando cachorros por el cuello y gritando obscenidades a los animales, la instalación fue investigada y cerrada. Cuando PETA rescató a Libby, ella sufría de anquilostomiasis, tenia y una infección vaginal y tenía varios dientes podridos. Libby, libre del tormento de los dolorosos experimentos y recibida con amor y compasión por primera vez, pudo convertirse en una perra feliz y saludable. Se convirtió en parte de una familia de tres perros y aprendió a jugar, correr y acurrucarse.
La Pequeña Tulip Prosperó en un Hogar Seguro
Un investigador de PETA documentó el sufrimiento animal generalizado en los laboratorios de la Universidad de Carolina del Norte–Chapel Hill (UNC). El investigador vio a un experimentador matar innecesariamente a 23 ratones seguidos con un portatarjetas de metal y un segundo experimentador roció a crías de rata de 8 días con alcohol etílico y luego les cortó la cabeza con una tijera. Afortunadamente, la evidencia condenatoria recopilada por nuestro investigador llevó a los NIH a coincidir con que los experimentadores de la UNC habían sido incorrectamente capacitados, habían causado dolor y angustia a los animales y habían cometido muchas otras violaciones. El investigador de PETA rescató a Tulip, una ratona negra con orejas grandes. Si bien Tulip sin duda tuvo un comienzo difícil, pudo pasar el resto de su vida en un hogar cálido y seguro con muchas oportunidades para explorar y cavar.
Ayuda a Los Animales Utilizados en Experimentos
Si bien muchos de los animales utilizados en las pruebas son asesinados y descartados, algunos han podido escapar del tormento con ayuda de PETA. Ahora, pueden adaptarse a una vida para ellos mismos, no para la explotación humana.
Todos pueden ayudar a evitar el sufrimiento animal comprando solo productos libres de crueldad, donando solo a organizaciones benéficas que no experimentan con animales, solicitando disecciones sin animales y exigiendo la implementación de pruebas humanas, eficaces y sin animales por parte de agencias gubernamentales, corporaciones y, en muchos casos, nuestras propias alma maters. Cuando se les niega la propiedad de sus propios cuerpos, los animales en los laboratorios no tienen nada que perder y mucho que ganar. Por favor, tómate un momento para ayudar:
INSTA AL PRESIDENTE BIDEN Y A LOS NIH A ADOPTAR UN FUTURO COMPASIVO