Donar abrigos de piel no deseados a gente necesitada no solo los ayuda a mantenerse abrigados (especialmente en los meses de invierno, cuando muchas personas sin hogar son vulnerables a la hipotermia y la congelación) sino que también nos brinda la oportunidad de resaltar el constante declive de la industria peletera.
Estamos recibiendo más donaciones de pieles que nunca de consumidores consternados por la forma en que las granjas peleteras crían, encierran y desuellan y asesinan crudamente a los animales, así como por el uso de dispositivos bárbaricos por parte de tramperos que pueden dejar a los animales capturados languideciendo durante horas.
No podemos revertir la crueldad que ya se ha cometido, pero podemos asegurarnos de que las pieles donadas y subvaloradas se destinen a proteger a miembros vulnerables de nuestras comunidades, quienes pueden necesitar ayuda ahora más que nunca debido a la COVID-19.
Nuestro inventario es tan grande que, incluso después de usar cientos de las donaciones de pieles en audaces protestas y exposiciones educativas, y donarlas a rehabilitadores de animales silvestres para usarlas como cama para animales, todavía nos sobran muchos abrigos. Es obvio que no está de moda el asesinato de animales por su pelaje. El abrumador ingreso de pieles a nuestra oficina significa que cada vez más personas están eligiendo apoyar una buena causa en lugar de una industria cruel.
DONA TU ABRIGO DE PIEL A PETA