“Nos veremos en los tribunales”. Esa es la esencia de lo que PETA les dijo a las tres agencias gubernamentales tras pedirles reiteradamente que entregaran los documentos de los horrorosos experimentos conducidos en laboratorios del Gobierno y financiados por contribuyentes, pero las agencias evadían el requerimiento cada vez.
PETA está demandando al Gobierno
PETA ha entablado una demanda en Washington D.C. contra el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH). Como contribuyentes, tenemos el derecho de saber cómo el Gobierno usa nuestro dinero para financiar experimentos en animales relacionados con privación de comida, cuasi ahogamiento, aplicación de descargas eléctricas y otras actividades igualmente horrorosas que han fracasado reiteradamente en producir tratamientos para humanos o en avanzar en la ciencia de la medicina de otra manera.
Las peticiones de PETA fueron dejadas en suspenso durante más de un año
La Ley de Libertad de Información de EE.UU. requiere que las agencias respondan dentro de los 20 días hábiles de recibida la solicitud, pero PETA ha estado esperando la respuesta a algunas de nuestras solicitudes por más de un año. Ya basta. Los animales que están siendo atormentados, mutilados, que pasan privaciones y son asesinados en laboratorios sin ventanas, no pueden esperar ni un segundo más.
El Gobierno está tratando de ocultar el horroroso maltrato financiado por los contribuyentes
PETA solicitó registros relacionados con los experimentos en animales, incluyendo los estudios infames de “terror en monos” de la experimentadora de los NIH, Elisabeth Murray, en los que corta las cabezas de los monos, les quita una parte del cráneo y luego inyecta toxinas en el cerebro para infligirles daño cerebral traumático antes de aterrar a los animales con serpientes y arañas de aspecto realista.
También priva a los monos de comida y agua, les coloca quirúrgicamente implantes en el cráneo e inmoviliza durante varias horas seguidas. Muchos son forzados a vivir en aislamiento social, y todos son eventualmente asesinados. Los experimentos de Murray, que han recibido más de $49 millones de fondos federales, afirman que arrojan luz sobre los trastornos neuropsiquiátricos en humanos, pero no han producido ni un solo tratamiento o cura para humanos en los 30 años que se han estado realizando.
Saber la verdad es nuestro derecho
También estamos buscando obtener los registros relacionados con las pruebas en ratones y ratas de la experimentadora de los NIH, Heather Cameron, en las que aplica descargas eléctricas en los pies de los animales, los priva de alimento, los inmoviliza en pequeños tubos de plexiglás y los arroja en vasos de precipitado con agua hasta por 20 minutos.
Nos mantendremos firmes
Es probable que estos perversos experimentadores sepan que las técnicas de tortura que emplean bajo la apariencia de “investigación” tienen fallas catastróficas, y algunos han incluso reconocido sus falencias en artículos científicos, pero no han dejado de hacerlos. Dichos experimentos son una afrenta a la decencia humana y una vergüenza para la ciencia. El financiamiento para la investigación debería ser dirigido hacia modelos relevantes para los humanos y métodos de avanzada que sean prometedores para los humanos. En la medida en que nuestro propio Gobierno siga empecinado en despilfarrar el dinero de sus ciudadanos para llevar a cabo estos incomprensibles crímenes horrorosos contra la humanidad, alzaremos la voz, los desafiaremos y los responsabilizaremos.
EXIGE QUE LOS NIH PONGAN FIN A LOS INFERNALES EXPERIMENTOS DE TERROR DE ELISABETH MURRAY