PETA tiene los ojos puestos en la Universidad de Misuri (Mizzou) después de que experimentadores realizaron un montón de pruebas inútiles en animales, como abrirles los cráneos a las ratas, inyectarles químicos en el cerebro y obligarlas a completar actividades extenuantes.
PETA presentó una queja ante el director de la escuela y el vicepresidente de investigación instándolos a investigar y retirar el apoyo institucional a las pruebas y a direccionar los recursos hacia estudios clínicamente relevantes basados en humanos.
En las pruebas, los experimentadores de Mizzou hacían incisiones en las cabezas de las ratas, removían parte de sus cráneos y les inyectaban un compuesto inflamatorio en el cerebro. Luego eran obligadas a subir una escalera de 100 centímetros de largo (más de 3 pies) con pesas pegadas con cinta en sus colas, sometidas a una batería de pruebas de memoria motivadas por el miedo, y finalmente asesinadas.
Abrirles la cabeza a los animales y pegarles pesas en la cola con cinta para demostrar lo que ya sabemos por estudios humanos es despilfarrar el dinero y un insulto a la ciencia.
El presunto objetivo de estas pruebas – determinar si el entrenamiento con ejercicios de resistencia puede mitigar déficits cognitivos en ratas – ya ha sido logrado en varios estudios y análisis hechos con humanos.
PETA también envió una carta a la revista médica Journal of Applied Physiology, que publicó un artículo informando sobre estos experimentos, exigiendo la retractación de ese artículo por no satisfacer los estándares establecidos de la revista con respecto al bienestar animal y la relevancia para la salud animal y humana. Como prueba de la total desconsideración por la vida de los animales perdidas en estas pruebas sin sentido, los experimentadores de Mizzou no brindaron ninguna información sobre la administración de calmantes o sobre cómo asesinaron a las ratas al final del experimento.
Ayuda a los animales usados en pruebas espantosamente crueles como las de Mizzou
Mizzou es solo una de las incontables fábricas de pesadillas para los animales. En los laboratorios del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) que son financiados con dinero de los contribuyentes, una innumerable cantidad de ratas y ratones son usados en experimentos de psicología patológicamente crueles que inducen temor, pánico, desesperación, terror y trauma extremos, además de un sentido de indefensión en los animales.
No hay rescate ni final feliz posible para ellos. Pero con tu ayuda, podemos terminar con estas inútiles pruebas ahora mismo.
ACTÚA YA PARA QUE DEJEN DE ATERRORIZAR A LOS ANIMALES