¿El “pavo de Thanksgiving” en el centro de tu mesa fue víctima de agresión sexual? Cuando PETA investigó un matadero de Butterball, descubrimos una casa del horror al estilo Gilead y expusimos a trabajadores atacando sexualmente a las aves.
La investigación se hizo en un matadero de Butterball en Ozark, Arkansas, donde aproximadamente 50.000 aves son asesinadas todos los días. El testigo documentó a un trabajador metiendo su dedo en la cloaca (vagina) de una pava por “diversión” durante un descanso cuando se detuvo la cadena de matanza. Otro empleado agarró a un ave por las piernas y tiró de ella hacia delante y hacia atrás frente a un colega para burlarse de él. El colega apartó al ave con un golpe. Un tercer empleado golpeó la cabeza y las piernas de un ave contra los grilletes de la línea de matanza y frotó su cuerpo contra ella, pretendiendo violarla mientras estaba inmovilizada. Los trabajadores reían todo el tiempo.
Y la violencia no terminó allí. A continuación, un pequeño fragmento del registro del testigo:
2 de mayo: “Un trabajador frustrado le dio una patada a un ave en la cabeza y otro le rompió el cuello a un ave para que su cabeza le tocase la espalda. Y se rio. Otro trabajador estaba golpeando a las aves contra los grilletes”.
3 de mayo: “Un trabajador columpió a un pavo como a un bate de béisbol contra la barra de metal del remolque. Lo repitió más tarde, golpeando a un ave contra la barandilla. Pude ver la columna vertebral del ave y había mucha sangre. Y se rio”.
8 de mayo: “Un trabajador tomó a un ave viva y le pisoteó la cabeza, aplastándole el cráneo hasta que su cabeza estalló. Luego se rio y se limpió la sangre de la pierna. También arrojó a aves contra el piso de concreto y golpeó a otras”.
5 de junio: “Había un ave viva con solo una pierna y su cuerpo ensangrentado en un grillete. Un trabajador la miró y se echó a reír: le había arrancado la pierna cuando ella se atascó entre dos corrales”.
Estos casos de agresión sexual y violencia contra animales que no pueden escapar no son la excepción.
Un testigo de PETA que trabajaba en Aviagen Turkeys, Inc., en West Virginia (la “compañía líder mundial en cría de aves de corral”), documentó cómo un trabajador inmovilizó a una pava en el suelo y simuló violarla. El hombre habría admitido el haber hecho esto a docenas de otros animales. Otro observador de PETA que trabajaba en una granja de cerdos en Iowa que surte a Hormel registró a un supervisor metiendo un bastón en la vagina de una cerda y empujando varillas de metal en los anos de otros cerdos.
Como los pavos han sido manipulados genéticamente para crecer mucho más de lo que lo harían en la naturaleza, ya no pueden reproducirse normalmente. Los trabajadores extraen semen manualmente de los machos e impregnan repetidamente a las hembras mediante inseminación artificial forzada. Los productores de lácteos sujetan a las vacas en “potros de violación” mientras les introducen herramientas de inseminación para impregnarlas para que sus cuerpos sigan produciendo leche. Los trabajadores de las granjas porcinas habitualmente manipulan los genitales de las cerdas para determinar el mejor momento para introducirles un tubo de semen de cerdo. Y la crueldad –generalizada y normalizada– hacia los animales atrapados en las granjas de carne y lácteos, está bien documentada.
Las granjas no ven a los animales como individuos. Los ven como objetos a ser utilizados para sus propios fines. ¿Te suena familiar?
Las mujeres han estado luchando en esa misma batalla durante siglos y todavía la están luchando. Y si dices: “Pero son solo animales”, recuerda que hasta hace muy poco, éramos “solo mujeres”. Esos mismos argumentos se han utilizado para oprimir y abusar a “solo negros”, “solo judíos” y muchos otros grupos marginados. El Dr. Martin Luther King Jr. dijo: “La injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes”. Y tenía razón. No es difícil ver cómo los hombres que asaltan y abusan sexualmente de animales hembras ayudan a desestimar, normalizar e impulsar el acoso, agresión y abuso sexuales hacia las mujeres.
El abuso y la violencia sexuales están mal, sin importar quién sea la víctima. Ordena hoy tu kit vegano para principiantes gratuito.
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