Patricia de León, simpatizante de PETA Latino desde hace tiempo, actriz y Miss Panamá Hispanidad 1995, ha estado ocupada. Recién salida del set de la última temporada de Mayans M.C., de León está uniendo fuerzas con PETA Latino para pedirles a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) que dejen de financiar los experimentos crueles y derrochadores de “terror en monos” realizados por la investigadora gubernamental, Elisabeth Murray.
En los experimentos, Murray induce daño cerebral permanente en los monos al abrirles los cráneos a sus víctimas para inyectarles toxinas o succionar partes del cerebro. Luego pone a los animales en jaulas y los asusta con arañas o serpientes falsas de aspecto realista para estudiar cómo responden sus cerebros al miedo. También implanta “postes de cabeza” en los cráneos de algunos monos y los priva de comida y agua para forzar su cooperación en varias tareas. En su laboratorio, los monos son enjaulados solos durante años (más de una década para algunos) y condenados al aislamiento social, lo que les provoca una profunda angustia psicológica y fisiológica. El supuesto propósito de los experimentos es comprender cómo las diferentes partes del cerebro procesan el miedo y otras emociones, y, teóricamente, ayudar a mejorar la atención de la salud mental para los humanos. Sin embargo, ningún humano se ha beneficiado de estos experimentos.
La Asociación Médica Nacional Hispana se opone, al igual que PETA, a los experimentos en animales. Afirma: “Los animales usados en experimentos de laboratorio son biológica, fisiológica y anatómicamente diferentes a los seres humanos, lo que hace que los experimentos en animales sean un empeño subóptimo y altamente propenso a errores que les cuesta miles de millones de dólares por año a los contribuyentes y falla más del 90 por ciento de las veces en brindar tratamientos seguros y eficaces a los pacientes”.
Estos experimentos no solo son crueles, sino que también malgastan el dinero. Los NIH les han dado a Murray cerca de $50 millones en fondos provenientes de impuestos desde 1998, a pesar de que no ha generado ni un solo tratamiento o cura para humanos. Ese dinero podría haberse usado para ayudar a mejorar el acceso a los servicios de salud mental para las comunidades minoritarias, incluida la comunidad latina. La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales dice que las condiciones de salud mental comunes entre los latinos incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, la depresión mayor y el trastorno de estrés postraumático. Además, el suicidio es una preocupación para la juventud latina. Sin embargo, un estudio reciente arrojó que los hispanos tenían un 50% menos de probabilidades de haber recibido tratamiento de salud mental que los blancos no hispanos.
Un informe de 2014 del Colegio de Medicina Albert Einstein en la ciudad de Nueva York mostró que los hispanos tienen menos probabilidades que los blancos no hispanos de tomar antidepresivos debido al estado de su seguro médico. Según Kaiser Family Foundation, en 2018, el 19% de los hispanos no tenía ningún tipo de seguro médico. Es imperativo que los fondos para la investigación y la atención de la salud mental se asignen a estudios y recursos que ayuden a los humanos en vez de malgastar dinero torturando animales.
“Cada día es una pesadilla para estos monos, a quienes se les provoca daño cerebral permanente y son aterrorizados de manera intencional en este laboratorio gubernamental”, dice De León. “Mis amigos de PETA Latino y yo instamos a los NIH a dejar de derrochar dinero en experimentos crueles y, en su lugar, canalizar recursos para ayudar a la comunidad latina a acceder a atención vital de salud mental”.
—Patricia de León
Insta a los NIH a que dejen de financiar los experimentos crueles e inservibles de Murray en monos y destinen ese dinero a mejorar el acceso a los recursos que realmente podrían ayudar a los millones de humanos que padecen enfermedades mentales:
DILES A LOS NIH QUE NO TOLERARÁS QUE TUS IMPUESTOS PAGUEN EL TORMENTO DE MONOS