En el parque marino más grande de Argentina, Mundo Marino, una orca llamada Kshamenk flota todo el día bajo el sol abrasador en un tanque tan pequeño que nada en círculos continuos. Prácticamente, esta ha sido su vida durante tres décadas, y aunque su sufrimiento ha sido olvidado en gran medida por el resto del mundo, PETA Latino no ha dejado de defender a la orca solitaria.
Kshamenk ha estado cautivo en un tanque de concreto por 30 años. Es importante recordar no solo su historia.
El falso programa de “rescate” de Mundo Marino
La primera orca encerrada en Mundo Marino fue Milagro, que fue capturada en su hogar frente a las costas de Argentina en 1985. A medida que el parque adquiría más orcas (o las “rescataba”, como cuestionablemente aseguraba el parque), se difundían rumores de que Mundo Marino posiblemente estaba secuestrando a las orcas haciéndolas encallar para eludir las leyes argentinas contra la captura comercial de animales marinos silvestres.
Independientemente de que los rumores sean ciertos o no, ninguna instalación que realmente se preocupe por rescatar y rehabilitar orcas las exhibiría en un pequeño tanque inhóspito y las obligaría a actuar en espectáculos. Por el contrario, parece que las orcas necesitan ser rescatadas de Mundo Marino, considerando cuántas de ellas han muerto prematuramente en la instalación.
Milagro
Después de que fue sacado de su hogar y apartado de su familia, Milagro fue la única orca en Mundo Marino durante dos años y medio. Dado que las orcas son animales increíblemente sociales que suelen formar relaciones cercanas y duraderas con otros miembros de su manada, esto probablemente fue extremadamente angustioso y traumatizante para Milagro. Después de ser confinado en un pequeño tanque, incapaz de sumergirse a grandes profundidades o nadar grandes distancias, como lo haría en el océano, y ser explotado como una “atracción” para vender entradas al parque, Milagro murió cinco años y medio después de llegar a la instalación.
Belén
La joven Belén fue enviada a Mundo Marino en 1988, donde, después de pasar un corto tiempo en un “centro de rehabilitación”, fue entrenada y obligada a actuar en espectáculos. Después de la muerte de su compañero de tanque Milagro, se le unió Kshamenk, con quien se crió. Belén dio a luz a un bebé muerto, posiblemente debido al estrés de estar confinada en un tanque pequeño y ser obligada a actuar diariamente, en 1998. Esta pérdida probablemente le causó a Belén un terrible dolor, ya que las mamás orca comparten un vínculo extremadamente estrecho con sus crías.
Dos años después, murió por “causas desconocidas” con tan solo 13 años, dejando a Kshamenk como la única orca en Mundo Marino.
Nunca apoyes los crueles parques marinos
En el océano, las orcas pueden vivir hasta 80 años. En crueles parques marinos como Mundo Marino, su esperanza de vida natural se acorta drásticamente, a veces debido a lesiones autoinfligidas causadas por las miserables condiciones en las que están; otras veces debido a enfermedades probablemente causadas por el hecho de que se les niega cualquier apariencia de la vida natural.
Durante los últimos 22 años, Kshamenk ha sido la única orca en Mundo Marino, que nada continuamente en círculos en un tanque pequeño sin miembros de su propia especie con quienes vincularse. Si Mundo Marino no lo entrega a un verdadero santuario, donde pueda vivir el resto de su vida en un hábitat natural, es probable que Kshamenk corra la misma suerte que Milagro y Belén.
Tú puedes actuar dejando de apoyar los parques marinos o cualquier instalación que explote a la fauna silvestre con fines de lucro. Para ayudar a orcas como Kshamenk, dile a SeaWorld que libere a todas sus demás orcas en santuarios:
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