Escrito por Alisa Mullins
Pudiera parecer como una orangután ordinaria, pero Sandra es una pionera. La homínida de 28 años, mantenida en cautiverio por dos décadas en el Zoológico de Buenos Aires, es legalmente una “persona”, de acuerdo con un tribunal argentino.
La decisión fue tomada después de que el grupo defensor de los derechos de los animales, Asociación de Funcionarios y Abogados por el Derecho de los Animales (AFADA) presentó una petición de hábeas corpus en nombre de Sandra, argumentando que su situación constituye el “confinamiento injustificado de un animal con probada capacidad cognitiva”. Los abogados señalaron que, al igual que los humanos, otros grandes simios pueden razonar y crear relaciones, y son capaces de sentirse frustrados y deprimidos por el cautiverio, lo que hace el aprisionamiento de Sandra en el zoológico una violación ilegal de su libertad.
Los jueces acordaron por unanimidad que Sandra es una “persona no humana [quien] posee algunos derechos humanos básicos” y resolvieron que debe ser trasladada a un santuario.
La palabra “orangután” significa literalmente en malayo “persona del bosque”. En las selvas de Borneo donde pertenecen, los orangutanes pasan la mayor parte de su vida caminando, balanceándose y trepando a través de densos bosques tropicales. Se sabe que estos grandes simios tan inteligentes fabrican herramientas, utilizando hojas como paraguas y como tazas para beber agua. También elaboran nidos que demuestran “un uso sofisticado de herramientas y habilidades de construcción”, de acuerdo con el investigador Roland Ennos de la Universidad de Manchester “Muestran mucho conocimiento de ingeniería en la forma en que construyen sus nidos”.
Los orangutanes son semi-solitarios y valoran su intimidad, pero en los zoológicos, están rodeados constantemente por multitudes. Se les niega la oportunidad de aprender habilidades vitales o participar en actividades significativas para ellos.
El caso de Sandra no es el primero en el que un argumento de hábeas corpus ha sido utilizado. PETA utilizó un argumento similar cuando demandamos al SeaWorld en nombre de las orcas silvestres capturadas y mantenidas cautivas ahí, quienes alegamos son tratadas como esclavas. Aunque el tribunal desestimó nuestro caso, el tribunal de la opinión pública parece estar de nuestro lado, puesto que SeaWorld está enfrentando una caída en la venta de entradas, en ganancias y en el precio de sus acciones.
La victoria histórica de Sandra “no solo abre el camino para otros grandes simios, sino también para otros seres sintientes quienes son injusta y arbitrariamente privados de su libertad en zoológicos, circos, parques marinos y laboratorios científicos”, dijo Pablo Buompadre, abogado de AFADA.
Qué puedes hacer
Hasta que todos los animales en cautiverio obtengan la protección legal que merecen, por favor nunca frecuentes ningún zoológico o parque marino.
