Personas en todas partes de México se indignaron (con justa razón) por los tres horribles casos de crueldad con los animales que aparecieron en los titulares de los medios a principios de año: un perro en la ciudad de México, en la colonia Álvaro Obregón, fue presuntamente asesinado cuando individuos ataron fuegos artificiales al animal y los encendieron durante las celebraciones de Año Nuevo; en San Luis Potosí, otro perro fue asesinado al explotarle pirotecnia durante las fiestas de Año Nuevo; y en Coahuila, supuestamente un hombre fue captado en video apuñalando hasta la muerte a un perro y luego bebiendo cerveza. Innumerables casos de crueldad a lo largo del país no son reportados y millones de animales enfrentan una lucha diaria para sobrevivir en las calles de México.
Pero, la ciudad de Oaxaca está abriendo el camino al cambio, creando el primer juzgado en México dedicado especialmente a casos de crueldad a los animales. Se atenderán reportes de perros vagando en las calles sin supervisión, perros en azoteas sin sombra o techo, animales sin alimento adecuado y casos que involucren corte de orejas y cola (mutilaciones dolorosas e innecesarias en los perros), entre otros temas.
En tan solo su primer mes de actividad, el juzgado recibió 21 casos y aplicó sanciones a tres de ellos. Este es un gran avance: de 300 quejas de crueldad hacia los animales recibidas en Oaxaca el año pasado, solo 3 fueron resueltas.
Oaxaca no solo actuará contra los agresores, sino que también prevendrá proactivamente la crueldad. En abril, el ayuntamiento de la ciudad lanzará una campaña para generar conciencia entre residentes acerca de las responsabilidades en el cuidado apropiado de los animales de compañía e implementará programas gratuitos de esterilización, así como educación a las autoridades locales acerca de estos temas.
Como el alcalde Hugo López Hernández explicó, la meta de Oaxaca es fomentar el respeto por la vida de los animales y crear una cultura de su cuidado. Este es un gran paso por los derechos de los animales y todas las ciudades en México deberían seguir el ejemplo compasivo y progresista de Oaxaca.
Donde sea que vivamos, cada uno de nosotros puede ayudar a crear una cultura de compasión: siempre reporta de inmediato a las autoridades locales si sabes o sospechas de algún caso de crueldad con los animales, y si no responden, contacta a PETA.