PETA se alegra por la noticia que llega desde Australia: Nueva Gales del Sur, Australia, ha tomado la compasiva decisión de prohibir la cría e importación de delfines cautivos en el estado. Tras una investigación del gobierno y una larga consulta pública en la que muchos simpatizantes de PETA Australia actuaron, las nuevas regulaciones evitarán que generaciones futuras de delfines sufran con la excusa del entretenimiento.
Mientras el Dolphin Marine Conservation Park de Nueva Gales del Sur sigue explorando la idea de un santuario costero para sus delfines cautivos Zippy, Bella, y Jet, esta nueva reglamentación significa que no estará permitida la apertura de nuevos delfinarios en el estado. Los tres delfines que actualmente están aquí serán los últimos obligados a actuar para multitudes ruidosas y embobadas en Nueva Gales del Sur.
Pero aún hay un elefante en un bazar delfín en un tanque: SeaWorld. El abusivo parque debe seguir el ejemplo de Dolphin Marine Conservation Park (que no se quejó por el fin de la reproducción de delfines) y dejar de reproducir delfines. SeaWorld ya puso fin a su sórdido programa de reproducción de orcas, entonces ¿por qué actúa como si otros delfines no fueran igual de sensibles, inteligentes y merecedores de autonomía corporal?
Estamos en el 2021 y SeaWorld sigue ignorando la corriente creciente de condena pública ya que continúa reafirmando su inventario de víctimas delfines a través de su reproducción. Canadá prohibió el cautiverio de ballenas y delfines en 2019 y Francia ha declarado ilegal el secuestro y reproducción de orcas y otros delfines por parte de parques marinos. Ninguna persona informada y compasiva cree que es aceptable reproducir, encerrar y explotar a los mamíferos marinos.
Por si te lo perdiste, en el programa de reproducción de delfines de SeaWorld, los machos delfines nariz de botella son masturbados contra su voluntad y las hembras forzadas a salir del agua, a veces tras ser drogadas para que no puedan defenderse, y luego les insertan tubos llenos de semen en la vagina y el útero.
En un estudio, científicos de SeaWorld describen cómo los manejadores estimulaban a los animales exponiendo sus penes y provocándoles una erección. Después, el personal hacía eyacular a los delfines manualmente. Hacen esto reiteradamente hasta que consideran que han recolectado suficiente semen. La conducta depravada de SeaWorld nos causa vergüenza. Es hora de dejar de reproducir delfines y de forzarlos a actuar.
¡INSTA A SEAWORLD A DEJAR DE REPRODUCIR DELFINES Y BALLENAS Y A ENVIARLOS A SANTUARIOS COSTEROS!