Actualización: 9 de agosto de 2019
PETA (y cualquier persona con sentido común) puede ver que probar medicamentos forzando a ratones y a otros pequeños animales a nadar para no morirse o colgarlos boca abajo por su cola no tiene validez científica y no beneficia a la salud ni al bienestar de los humanos.
Y ahora, aparentemente, incluso el director del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), Joshua A. Gordon, lo comprende.
En respuesta a la presión de PETA al NIMH para que abandone la prueba de nado forzado y otros experimentos en ratones, Gordon le dijo a la prestigiosa revista científica Nature: “El Instituto Nacional de Salud Mental ha estado por un tiempo desalentando el uso de algunos ensayos conductuales, incluyendo la prueba de nado forzado y de suspensión por la cola, como modelos de depresión“. Y agregó: “… estas pruebas en particular son reconocidas por muchos científicos por no contar con la suficiente especificidad mecánica para ser de uso generalizado en el esclarecimiento de los mecanismos neurobiológicos subyacentes en la depresión humana“.
Entonces, ¿por qué diablos el instituto sigue usando nuestro dinero de los impuestos para financiar estas pruebas crueles e insensatas?
Estas pruebas crean miedo, ansiedad, terror y depresión intensos en pequeños animales y no tienen relevancia para la experiencia humana. Pero muchos experimentadores admiten que se sienten obligados a usarlas para recibir subvenciones y publicar artículos, pese a conocer lo inútiles que son. Gordon y el NIMH deben tomar posición y apoyar solo pruebas sin animales. La comunidad científica y los pacientes desesperados por tratamientos estarían muchísimo mejor.
Publicado originalmente el 18 de julio de 2019:
¿Cómo sabemos que estos experimentos son inútiles? Bueno, nuestra primera pista es que los humanos no son ratones atrapados en jaulas o en vasos con agua.
En el “experimento de derrota social”, un pequeño ratón es colocado dentro de una jaula con otro ratón agresivo y dominante, y es atacado reiteradamente por el más grande. Los experimentadores hacen esto para producir estrés psicológico y depresión en el animal atacado, a pesar de que los experimentos basados en este “modelo” nos revelan los mecanismos biológicos que solo se dan en ratones – no en humanos – cuando son hostigados.
PETA le exige al Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) que ponga fin al conjunto de pruebas psicológicas en animales crueles y sin valor científico que lleva a cabo y que financia con nuestro dinero de los impuestos. El reclamo de PETA para terminar con los experimentos indefendibles que aterrorizan a los animales se da tras la publicación de la filmación de un “experimento de derrota social” financiado por NIMH.
En el video publicado por PETA, experimentadores encierran a un pequeño ratón en una jaula para ser atacado por un ratón agresivo y dominante, produciéndole depresión y estrés psicológico al animal atacado.
PETA determinó que el director del NIMH, Joshua A. Gordon, ha conducido personalmente este experimento bizarro e insensible. En su versión del mismo, se frotó orina de un ratón en las vaginas y colas de ratonas jóvenes. Luego las hembras fueron colocadas en jaulas con ratones grandes y agresivos para ser atacadas.
Las atrocidades de Gordon no terminan aquí. También ha conducido otros tres tipos horrorosos de experimentos en animales:
- La ampliamente desacreditada prueba de nado forzado (o “de desesperación”) en la que ratones, ratas y otros animales pequeños son colocados en vasos sin escapatoria llenos de agua y deben nadar frenéticamente para no ahogarse.
- La prueba de suspensión por la cola, en la que los experimentadores pegan la cola de un ratón a una vara usando cinta y cuelgan al animal boca abajo.
- La prueba de aplicación de electricidad en el pie, en la que experimentadores encierran a ratones y ratas en una cámara con un piso electrificado y reiteradamente les aplican descargas eléctricas.
Todos estos experimentos son inútiles para los humanos.
¿Cómo lo sabemos? Bueno, pongamos esto de manera que incluso Gordon pueda comprenderlo: la realidad es que los humanos no son ratones atrapados en jaulas o vasos con agua.
Nada en estas pruebas sirve como “modelo” de complejos trastornos neuropsiquiátricos en humanos como la depresión y el estrés. La dependencia de estas pruebas irrelevantes es citada de manera constante como la razón principal por la cual tantos medicamentos neuroconductuales fallan en las pruebas clínicas en humanos. ¿Alguna vez algún doctor le ha dicho a un paciente que podría aliviar su depresión evitando pisos electrificados o siendo colgado boca abajo? Vamos.
Podemos poner fin a estas pruebas ahora, pero necesitamos tu ayuda
Utiliza el formulario a continuación para pedirle al NIMH que deje de realizar y apoyar estas pruebas inútiles en pequeños animales y redirija los fondos para el apoyo de métodos de investigación avanzados sin animales que ofrezcan la esperanza de ayudar realmente a pacientes humanos.
ACTÚA AHORA PARA QUE DEJEN DE ATERRORIZAR ANIMALES