Ahora que los 108 monos y los 180 ratones han sido rescatados del miserable laboratorio improvisado conocido como Centro de Investigación Científica Caucaseco, estamos esperando respuestas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), que han financiado la pretensiosa cámara de tortura. Las autoridades colombianas de múltiples agencias han estado trabajando arduamente desde que PETA presentó nuestra queja inicial, deteniendo los experimentos y llevando a cabo rescates de animales; pero, de los NIH, solo escuchamos silencio sobre el asunto.
Sin embargo, gracias a los representantes estadounidenses Troy Nehls (R-Texas) y Don Davis (D-N.C.), puede que lleguen algunas respuestas. Ellos enviaron una carta a Lawrence A. Tabak, director interino de la agencia, preguntando si los NIH y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) planean cancelar el financiamiento actual de Caucaseco, destinado a sus crueles e inútiles experimentos de malaria en monos. Como señala la carta, “Esto es particularmente preocupante porque el jefe de la sección de Inmunología del NIAID tiene acuerdos de cooperación con [un propietario de Caucaseco]”.
Actualmente, el NIAID le está pagando a Caucaseco para que lleve a cabo dos conjuntos distintos de experimentos en la Fundación Centro de Primates (asociada), instalación que ha carecido de los permisos requeridos para experimentar en estos animales desde 2012, según la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, una agencia ambiental regional.
Los NIH No Hacen las Debidas Auditorías
Podrías pensar que la agencia que intercambia millones de dólares de los contribuyentes para experimentos mortales vigilaría bien a las empresas que financia, especialmente cuando los dos dueños del fraudulento laboratorio están casados. Sin embargo, aparentemente, no es el caso de los NIH, que les han dado a los propietarios de Caucaseco, Sócrates Herrera Valencia (Herrera) y Myriam Arévalo Ramírez (Arévalo), más de $17 millones desde 2003.
Los experimentadores Herrera y Arévalo fundaron Caucaseco después de situarse junto con sus tres hijos menores, el menor de los cuales tenía 12 años en ese entonces, aparentemente como únicos miembros de su junta directiva. También parece que nadie en los NIH le pidió a la pareja que respaldara, con registros, todas las afirmaciones que habían hecho en las solicitudes de financiamiento antes de entregar el dinero a sus organizaciones en Cali, Colombia.
La queja de PETA ante los NIH y las autoridades colombianas se basó en 18 meses de investigación exhaustiva y testimonios de informantes, pero esto no habría sido necesario si los NIH hubieran prestado atención a cualquiera de las señales de alerta obvias sobre la idoneidad de Caucaseco como beneficiario de una subvención.
Los NIH Tienen las Manos Llenas de Sangre
Lo que ocurrió en Caucaseco no es un caso aislado. Los NIH repartieron más de $287 millones a organizaciones extranjeras en 2022, y requieren que estas instalaciones se comprometan a seguir las mismas pautas de cuidado de animales que deben seguir los laboratorios en EE. UU., pero en realidad, nadie se asegura de que eso suceda. No hay inspecciones y, a diferencia de este país, no se requiere que las violaciones del bienestar animal sean reportadas a los NIH. Este modelo de financiamiento es un espacio para el fracaso, la ciencia falsa y el sufrimiento y la muerte masiva de animales, pero los NIH continúan permitiéndolo. Un informe publicado recientemente por la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU., confirmó esta falta de supervisión y encontró que entre los años fiscales 2011 y 2021, los NIH dieron $2200 millones a 200 organizaciones extranjeras para experimentar en animales.
Exige que los NIH Retiren los Fondos
Mientras continúa el difícil trabajo de rehabilitar animales traumatizados y fundamentar el caso en Colombia, la directiva de los NIH confronta una decisión extremadamente simple y directa. Estamos agradecidos con los representantes Nehls y Davis por poner el foco en este caso, y ahora PETA también necesita tu voz.
Estamos exigiendo que cualquier asociación entre los NIH y las muchas empresas de Herrera y Arévalo cese de inmediato. Buscamos la cancelación de los contratos actuales del NIAID y la devolución de cualquier dinero pagado a Caucaseco y MVDC. También estamos pidiendo una investigación sobre la clara evidencia de falta de integridad científica.
Por favor tómate un minuto para enviar una carta al secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, que supervisa los NIH, así como a los funcionarios de los NIH, exigiendo lo mismo.
¡Actúa ahora!