Los zoológicos de carretera defienden sus programas de reproducción con el pretexto de la conservación, pero en estas exhibiciones paupérrimas de animales cautivos, los nuevos bebés de animales se crían con un solo propósito: No es para reponer las poblaciones amenazadas, sino para atraer visitantes a sus puertas. La mayoría de los animales confinados en zoológicos de carretera no están en peligro de extinción, ni están siendo preparados para su liberación en hábitats naturales. Y de los animales criados en cautiverio, cuyas especies si enfrentan la extinción en la naturaleza, incluyendo elefantes, tigres y chimpancés, muy pocos (si los hubiera) serán liberados de nuevo en su ambiente natural para potenciar las poblaciones reducidas.
Cuando ves esta foto de un tigre macho severamente emaciado —llamado Mooton y mantenido en el infierno de Bhagavan “Doc” Antle, Carolina del Sur, Myrtle Beach Safari—, ¿piensas inmediatamente en “preservación” y “conservación”? No. Se ha documentado que Antle, quien se promociona como defensor de la conservación, no ha ofrecido a los animales atención veterinaria adecuada, recintos espaciosos, protección de los elementos del clima y agua limpia. Obviamente, lo único que este zoológico de carretera está interesado en preservar es su capacidad de hacer dinero.
El hecho de que los zoológicos de carretera publiciten la cría en cautiverio como “conservación” le da al público una falsa sensación de seguridad sobre la supervivencia de una especie, un consuelo fraudulento que desvía los recursos y socava el apoyo a los verdaderos esfuerzos por la conservación.
La cría de híbridos de tigres y leones, tales como ligres, tigones y leligres, y la endogamia para producir tigres blancos, son más ejemplos que muestran que los zoológicos de carretera se enfocan en obtener ganancias, no en asegurar el bienestar de los animales. Además del hecho obvio de que la cría de animales contra natura es prácticamente opuesta a la conservación, estos híbridos interespecies, y las víctimas de la endogamia a menudo sufren problemas de salud debilitantes, desarrollan enfermedades y sufren lesiones más frecuentemente que otros grandes felinos, y mueren prematuramente.
Photo provided by TurpentineCreek.orgLos zoológicos de carretera le enseñan a la gente que es aceptable tocar a los animales, pasarse a los cachorros de tigre para tomarse fotografías con ellos o forzar a los chimpancés a hacer volteretas, lo cual no hace nada por la conservación. Al contrario, le enseña a los niños y otros clientes que está bien explotar a los animales por una foto, o una diversión barata.
Con el fin de habituar a los cachorros de tigre a la manipulación para fotografías, “juegos” con visitantes, y otras formas de explotación, los cachorros son apartados de sus madres cuando solo tienen semanas o, a veces, días de nacidos.
Los animales en los zoológicos de carretera, seudosantuarios, espectáculos itinerantes y exhibiciones ambulantes, a menudo son obligados a soportar más que la interacción directa con la gente: a los chimpancés se les pone ropa y se les obliga a jugar fútbol, y los elefantes son obligados a pintar con sus trompas bajo la amenaza de un bullhook. Y algunos animales son transportados en camiones por todo el país.
En el “santuario” Big Cat Habitat and Gulf Coast en Sarasota, Florida, un testigo de PETA observó a un chimpancé llamado Chance siendo sacudido por una correa puesta alrededor de su cuello. Fue apartado de su madre cuando tenía solo 6 meses de edad, vendido por un criador como “mascota” para un particular, y luego vendido nuevamente a la familia dueña del miserable zoológico de carretera de Sarasota, donde es forzado a realizar trucos humillantes mientras está amarrado. Nada de esto contribuye a la conservación.
Estos son trucos publicitarios baratos —explotación— disfrazados de estimulación lúdica o enriquecimiento ambiental para los animales.
La verdadera conservación consiste en ayudar a los animales en sus propios ambientes, no en encerrarlos para el entretenimiento.
Que estas prisiones de animales se atrevan a calificar tales abusos como conciencia conservacionista en aumento —que exploten animales mientras dicen estar protegiendo a sus especies de la extinción— es una bofetada en la cara para las organizaciones que sí trabajan para preservar los hábitats naturales de los animales.
Zoológicos de carretera, seudosantuarios y la gran estafa ‘conservacionista’
Un estudio de 2011 conducido en parte por el experto de la Asociación de Zoológicos y Acuarios, Stephen Ross, y publicado por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, encuestó a visitantes de zoológicos, preguntándoles si creían que los chimpancés estaban en peligro. La mayoría creía que no, porque los veían con tanta frecuencia en la televisión y en las películas. Ciertamente, vestir a los chimpancés y obligarlos a realizar trucos entorpece la conciencia conservacionista en lugar de reafirmarla.
Apoyar la conservación de los hábitats, NO las prisiones de animales
Las personas que quieran marcar la diferencia deberían apoyar a las organizaciones que trabajan para preservar los hábitats naturales de los animales, así como los verdaderos santuarios de animales que rescatan y cuidan animales exóticos, pero no los venden ni los reproducen. Visita Global Federation of Animal Sanctuaries (la Federación Mundial de Santuarios de Animales) para obtener más información.
CÓMO SABER SI UN LUGAR ES UN VERDADERO SANTUARIO DE ANIMALESTambién puedes ayudar a los animales hoy mismo, tomando acción. Haz clic a continuación para actuar por los animales que sufren en zoológicos de carretera miserables de todo el país y en otras innumerables trampas para turistas en todo el mundo:
ACTÚA PARA AYUDAR A LOS ANIMALES EN LOS ZOOLÓGICOS DE CARRETERA
