Las personas que comen carne sostienen que es “natural” para los humanos consumir animales. Pero, ¿es esto cierto o solo es una excusa para ignorar las maneras horribles en que los animales son asesinados para ser consumidos? ¿Estamos realmente hechos para comer carne?
No nos gusta la sangre
A la mayoría de los seres humanos les disgusta ver sangre, intestinos y carne cruda y no pueden tolerar oír los gritos de los animales siendo destrozados. La cruenta realidad de matar y comer animales para nosotros es repulsiva por naturaleza.
No tenemos dientes carnívoros
Los humanos tenemos uñas pequeñas y suaves y dientes caninos sin filo. Todos los carnívoros verdaderos tienen garras afiladas y dientes caninos grandes que son capaces de cortar la carne sin la ayuda de cuchillos y tenedores.
Las mandíbulas de los carnívoros reales se mueven solo hacia arriba y hacia abajo, lo que les permite romper los trozos de carne de sus presas. Los humanos pueden mover sus mandíbulas de arriba a abajo y de lado a lado, y además tenemos molares planos (que no tienen los carnívoros), lo que nos permite moler frutas y verduras con nuestros dientes traseros, tal como lo hacen los herbívoros.
El Dr. Richard Leakey, un conocido antropólogo dice, “Tú no puedes desgarrar la carne con la mano, no puedes romper la piel con la mano. Nuestros dientes anteriores no son aptos para cortar carne ni piel. No… tenemos dientes caninos grandes y no seríamos capaces de lidiar con las fuentes de comida que requieren de esos grandes dientes caninos“.
A nuestro sistema digestivo no le gusta la carne
Los carnívoros tienen tractos intestinales cortos que permiten que la carne pase rápidamente a través de su sistema digestivo. Los tractos intestinales de los humanos son mucho más largos, como los de los herbívoros. Esto le da al cuerpo más tiempo para romper las fibras y absorber los nutrientes de los alimentos de origen vegetal.
La carne puede causar intoxicaciones alimentarias en los humanos
Los carnívoros verdaderos tragan trozos de carne cruda, confiando en los ácidos fuertes de sus estómagos para descomponer y matar a las peligrosas bacterias que hay en la carne, las cuales de otra manera los enfermarían y los matarían. Los humanos tienen ácidos estomacales mucho más débiles que son similares a los encontrados en los animales que digieren frutas y verduras pre masticadas. Sin los ácidos del estómago de los carnívoros para matar a las bacterias en la carne, el comer la carne de los animales nos puede provocar una intoxicación alimentaria. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU., la carne es una causa importante de las enfermedades transmitidas por los alimentos. Cada año tan solo en EE.UU. la intoxicación alimentaria enferma a más de 48 millones de personas y mata a más de 3,000.
Debido a esto, tenemos que cocinar la carne para que sea más fácil de digerir y para destruir a las bacterias, pero esto provoca la liberación de químicos que causan cáncer.
La carne puede causar enfermedades del corazón en los humanos
Los animales carnívoros en la naturaleza prácticamente nunca desarrollan enfermedades del corazón ni sufren de apoplejías – enfermedades que pueden ser producidas en los humanos por el consumo de grasas saturadas y colesterol, los cuales se encuentran en la carne.
Las enfermedades del corazón son el asesino número uno en EE.UU., según la Asociación Americana del Corazón, y los expertos médicos coinciden en que este padecimiento es en gran medida el resultado del consumo de alimentos a base de animales. Si los seres humanos fueron hechos para comer carne, ¿por qué los que comen carne tienen un 32 por ciento más de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas que los vegetarianos?
Tal vez estamos consumiendo demasiada proteína
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la mayoría de los estadounidenses consumen la suficiente proteína sin prestar especial atención a lo que comen. De hecho, es más probable que consumamos demasiada proteína, teniendo como resultado deficiencias nutricionales o fibra insuficiente.
Consumir demasiada proteína puede también aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y puede empeorar la función renal en las personas con enfermedad renal, debido a que el cuerpo puede tener problemas para eliminar todos los desechos producidos por el metabolismo de la proteína.
Colin Campbell – Director del Proyecto Cornell-China-Oxford sobre Nutrición, Salud y el Medio Ambiente, y autor de The China Study – dice, “En los próximos diez años, una de las cosas que estamos destinados a escuchar es que la proteína animal es uno de los nutrientes más tóxicos de todos los que pueden ser considerados“.
¿No comían carne nuestros antepasados humanos?
Durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva, en gran medida fuimos vegetarianos: alimentos vegetales, tales como el ñame, constituyeron el grueso de la dieta de nuestros antepasados. La adición de cantidades moderadas de carne en la antigua dieta de los humanos llegó con el descubrimiento del fuego, lo que nos permitió reducir el riesgo de enfermar o morir por los parásitos y las bacterias en la carne. Esto no convirtió a nuestros antepasados en carnívoros, sino que permitió a los primeros humanos sobrevivir en áreas y durante períodos en los que los alimentos vegetales eran inexistentes o escasos.
Consumo moderno de carne
Hasta hace poco, solo los más ricos podían permitirse alimentar, criar, y matar animales para consumirlos, pero con el aumento de la clase media moderna, el consumo de la carne en EE.UU. se ha duplicado en los últimos 100 años.
Ahora, la carne de animales es relativamente barata y fácil de encontrar, debido a la agricultura industrial y a los subsidios del gobierno. Como resultado, las enfermedades del corazón, las apoplejías, el cáncer y la obesidad están aumentando en todo el mundo.
¿Se supone que los humanos deben comer carne?
Numerosos estudios han demostrado que la carne no es ideal para el cuerpo humano y, de hecho, en realidad puede estar enfermándonos y matándonos. El cuerpo humano está diseñado para funcionar con alimentos de origen vegetal, los cuales están repletos de fibra, antioxidantes, grasas no saturadas, ácidos grasos esenciales, fitoquímicos y proteína libre de colesterol. Si quieres hacer algo compasivo para los animales y para tu cuerpo ¡sé vegano!