Investigadores en la Universidad del Estado de Ohio están realizando grandes avances en el entendimiento de la pérdida de la memoria al estudiar cómo son procesados los recuerdos en el cerebro humano.
Los científicos les pidieron a nueve mujeres que colgaran teléfonos inteligentes alrededor de su cuello, los cuales estaban programados para tomar fotos aleatoriamente, y más tarde se les pidió que miraran las fotografías y recordaran los eventos alrededor de la imagen. Sin importar si las personas podían recordar o no, los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI por sus siglas en inglés) para estudiar cuáles partes del cerebro se activaban cuando las mujeres trataban de recordar los eventos. Encontraron que la punta frontal del hipocampo izquierdo almacena los recuerdos en términos de dónde y cuándo tuvieron lugar, con el fin de que la gente pueda usar esas pistas para recordar eventos.
Cuando se utilizan animales en experimentos sobre el cerebro, a menudo se perforan hoyos en sus cráneos, se inyectan drogas en sus cerebros, se les ocasiona intencionalmente daño cerebral y posteriormente se les asesina y disecciona. Pero, tal como lo señala Per Sederberg, el jefe del laboratorio de sicología de la universidad que publicó el estudio, lo que los científicos podían aprender de los experimentos en animales era limitado al contexto de un laboratorio. “No vamos a entender los recuerdos de nuestra vida hasta que no entendamos la estructura de nuestras vidas”, dijo. Otro profesor de sicología señaló: “Este experimento muestra lo que puedes hacer con las imágenes de resonancia magnética funcional que no puedes hacer con los estudios en animales”.
Las imágenes de resonancia magnética funcional y otras técnicas de neuro-imágenes les permiten a los investigadores estudiar la estructura y la función del cerebro humano, incluyendo el cómo aprendemos y procesamos el lenguaje, las emociones y la memoria. Los investigadores también pueden examinar enfermedades y desórdenes del cerebro, como las enfermedades de Alzheimer o Parkinson, y los efectos de diferentes drogas en el cerebro. Estas investigaciones se pueden realizar de manera no invasiva y en grupos diversos de pacientes y de voluntarios saludables, incluso mientras realizan tareas, son sometidos a algunos procedimientos u expuestos a diferentes drogas o tratamientos.
Los investigadores también pueden simular de manera segura y no invasiva las características de una variedad de condiciones, tales como la sensación de dolor en voluntarios, y luego pueden evaluar de cerca la actividad del cerebro. Estos estudios con imágenes de humanos pueden utilizarse en conjunto con muestras de tejidos y células, micro-dosificación, entrevistas, análisis de epidemiología y otros métodos de investigación enfocados en humanos, con el fin de obtener aún más información valiosa para los humanos que es superior a la información derivada de burdos experimentos en animales que no son aplicables a los humanos.
Los estudios basados en humanos salvan la vida de un sinnúmero de animales y proporcionan información que es relevante para nosotros. Por favor firma nuestra petición exhortando a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para que dejen de requerir pruebas crueles en animales.