El propósito de la Ley de Especies en Peligro de Extinción (ESA) federal de EE.UU. es proteger a los animales amenazados o en peligro de extinción. ¿Por qué entonces el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (USFWS), que administra ESA, arbitrariamente excluye ciertos primates cautivos, incluyendo el loris lento pigmeo, el mono carayá negro y 10 otras especies de primates, de la protección de la ley?
En 2015, tras continua presión de PETA y otros defensores de los animales, el USFWS anunció que todos los chimpancés cautivos serían reclasificados como “en peligro”, efectivamente poniendo fin a experimentos invasivos en nuestros parientes genéticos vivientes más cercanos.
PETA está peticionando al organismo para extender estas mismas protecciones a todos los primates cautivos amenazados y en peligro, incluyendo aquellos que son explotados en zoos de carretera, en el comercio de mascotas y en laboratorios.
Si la petición de PETA es exitosa, los miembros cautivos de estas especies de primates amenazadas y en peligro tendrán de hecho las mismas protecciones que sus contrapartes salvajes. También permitirá que los ciudadanos privados inicien acciones legales en nombre de primates cautivos protegidos.