Atención, compradores: ¡Dejen de recoger “Babes” y “Wilburs” muertos en el supermercado! Aquí están las 10 mejores razones para mantener la carne de cerdo fuera de sus tenedores y poner deliciosas alternativas libres de Babe en su lista de compras.
1. Los Cerdos También Tienen Sentimientos
Noventa y siete por ciento de los cerdos en los Estados Unidos son criados hoy en día en granjas industriales, donde nunca podrán correr por extensas praderas, tomar el sol, respirar aire fresco, o hacer cualquier otra cosa natural para ellos. Apiñados en almacenes sin nada que hacer ni dónde ir, son mantenidos bajo una dieta permanente de medicamentos para mantenerlos vivos y hacerlos crecer más rápidamente, pero las drogas hacen que muchos de los animales queden lisiados a consecuencia de su propio volumen.
2. Te Engorda
Es un hecho—el jamón, la salchicha, y las tiras de tocino irán directamente a tus caderas. Comer productos derivados de cerdo, cargados de colesterol y grasas saturadas que obstruyen las arterias, es una buena manera de ensanchar tu cintura y aumentar las probabilidades de desarrollar enfermedades letales como padecimientos cardíacos, diabetes, artritis, osteoporosis, Alzheimer, asma e impotencia. Investigaciones han demostrado que los vegetarianos son 50 por ciento menos propensos a desarrollar enfermedades del corazón y tienen 40 por ciento de la incidencia de cáncer que tienen los carnívoros. Además, los carnívoros son nueve veces más propensos a la obesidad que los vegetarianos puros.
3. Los Matan Cruelmente
Un matadero típico mata hasta 1.100 cerdos por hora, lo que hace imposible que reciban muertes indoloras más humanas. El Departamento de Agricultura de EE.UU. documentó 14 violaciones a las normas de mataderos sin crueldad en una planta de procesamiento, donde los inspectores encontraron cerdos que “caminaban y chillaban después de haber sido aturdidos [con una pistola paralizante] hasta cuatro veces”. Debido a los métodos de aturdimiento indebidos y la velocidad extrema de la línea de producción, muchos cerdos siguen vivos cuando son vertidos en tanques de agua hirviendo para depilarlos—literalmente, se ahogan en agua hirviendo.
Foto © We Animals
4. Los Cerdos y el Playstation
¿Crees que puedes ganarle a un cerdo en Playstation? Pueda que te sorprendas. Las investigaciones apuntan que los cerdos son mucho más inteligentes que los perros, y que incluso se desempeñan mejor en los juegos de video que algunos primates. De hecho, los cerdos son animales muy inteligentes que forman complejas redes sociales y tienen una excelente memoria. ¡Comerte un cerdo es como comerte a tu perro! Como lo puso la actriz Cameron Diaz al enterarse de que los cerdos tienen la capacidad mental de un ser humano de 3 años de edad: “¡[Comer tocino es] como comerme a mi sobrina!”
5. Los Cerdos Prefieren el Barro, No la Roña
Los cerdos son en realidad animales muy limpios. Si se les da el espacio suficiente, los cerdos tienen el cuidado de no ensuciar las áreas donde duermen o comen. Y olvídate del tonto refrán “sudando como un cerdo”—¡los cerdos ni siquiera pueden sudar! Es por eso que se bañan en el agua o el barro para refrescarse. Sin embargo, en las granjas industriales, están obligados a vivir entre sus propias heces y vómito e incluso entre los cadáveres de otros cerdos. Las condiciones son tan sucias que en un momento dado, más de una cuarta parte de los cerdos sufren de sarna—piensa en tu peor episodio de sarpullido por hiedra venenosa, e imagina tener que sufrirlo el resto de tu vida.
6. Sembrar los Valores Familiares
Las granjas industriales son un verdadero infierno para los cerdos y sus bebés. Las madres pasan la mayor parte de sus vidas en diminutas jaulas de “gestación”, que son tan pequeñas que les impiden darse la vuelta o incluso echarse cómodamente. Son preñadas repetidamente hasta que son asesinadas. A los lechones, que son separados de sus angustiadas madres después de unas pocas semanas, les cortan la cola, les pican los dientes con tenazas, y los machos son castrados— todo ello sin analgésicos.
© Jo-Anne McArthur, Oikeutta Elaimille / We Animals
7. El Estiércol Flota en el Viento…
Una granja de cerdos con 5.000 animales produce tanta cantidad de residuos fecales como una ciudad de 50.000 personas. En 1995, 25 millones de litros de orina y heces de cerdo putrefactos fueron derramados en un río de Carolina del Norte, matando inmediatamente a entre 10 y 14 millones de peces. Para cumplir con los límites de contaminación del agua, las granjas industriales, con frecuencia, agarran las toneladas de orina y heces almacenadas en pozos sépticos y los convierten en residuos líquidos que rocían en el aire. Esta niebla de abono es soplada por el viento e inhalada por la gente que vive en las zonas aledañas.
8. Tocino Repleto de Bacterias y Jamón Nocivo
Las condiciones de extremo hacinamiento, la mala ventilación y la suciedad en las granjas industriales causan tal propagación de enfermedades entre los cerdos que el 70 por ciento de ellos sufren de neumonía al momento en que son llevados al matadero. A fin de mantener a los cerdos vivos en condiciones que de otro modo los matarían y para promover su crecimiento anormalmente rápido, la industria mantiene a los cerdos con una dieta constante de los mismos antibióticos utilizados para tratar enfermedades humanas. Este uso excesivo de antibióticos ha dado lugar al desarrollo de “súper-bacterias”, o cepas bacterianas resistentes a los antibióticos. El jamón, el tocino y las salchichas que estás comiendo pueden hacer que los medicamentos que te recete tu médico la próxima vez que te enfermes sean completamente ineficaces.
9. Infierno sobre Ruedas
Más de 170.000 cerdos mueren cada año mientras son transportados, y más de 420.000 están lisiados al momento de llegar al matadero. Los camiones de transporte, que llevan a los cerdos a través de cientos de kilómetros durante condiciones climáticas extremas, sin comida ni agua, se vuelcan con frecuencia, arrojando en la vía a animales heridos y moribundos. A estos animales aterrorizados y heridos raramente se les ofrece atención veterinaria, y la mayoría se consume en el dolor durante horas; algunos incluso mueren desangrados a un lado de la carretera. Después de un accidente en abril de 2005, el portavoz de Smithfield Jerry Hostetter dijo a un reportero: “Odio admitirlo, pero sucede todo el tiempo”.
10. Descarta el Tocino y Compra Fakin’
Salva a los cerdos del infierno y a ti mismo de una mala salud, dándote un banquete con sustitutos de cerdo. Rellena un sándwich con lonjas de jamón vegetariano de marca Yves, o lanza un poco de “Tocino Inteligente” de Lightlife en una sartén ardiente—los congeladores y las secciones de “alimentos saludables” del mercado o tienda de comida saludable de tu localidad están llenos de estos y otros sabrosos sustitutos.
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