Última noticia: La orca Kiska murió a causa de una infección bacteriana en MarineLand en Ontario, Canadá. Fue secuestrada en su hogar en el océano hace más de cuatro décadas. En MarineLand, pasó sus últimos años aislada en un tanque estrecho, nadando en círculos interminables o, a veces, flotando apáticamente. Como todas las orcas y los otros delfines prisioneros en parques marinos y explotados para el entretenimiento, ella merecía permanecer en el océano con su familia, donde podría haber tenido una vida natural.
La Triste Vida de Kiska en MarineLand
En septiembre de 2021, un video mostró que Kiska parecía golpear su cabeza y su cuerpo contra una pared de vidrio en el tanque estrecho en el que estaba aislada en MarineLand. Ver y escuchar a Kiska, mientras parece golpearse la cabeza repetidamente contra el tanque en la trampa para turistas canadiense, atormentaba a los espectadores, al igual que el resto de su desgarradora historia.
DISTURBING: New footage shows Kiska the orca, who lives all alone at Marineland, slamming her head against the side of her tank. We've shared the footage with prov. authorities, who're investigating our legal complaint about the mental suffering we fear she's enduring. #FreeKiska pic.twitter.com/b45Q2T1RP4
— Animal Justice (@AnimalJustice) September 9, 2021
En 2011, su compañera de tanque, Ikaika, fue enviada de regreso a SeaWorld San Diego, dejando a Kiska sola y aislada. Años antes del traslado de Ikaika, las cinco crías de Kiska nacidas en MarineLand murieron antes de cumplir 7 años. En la naturaleza, las orcas tienen una esperanza de vida promedio de 30 a 50 años, y su esperanza de vida máxima estimada es de 60 años para los machos y 80 para las hembras.
The only freedom Kiska will ever know. What an absolute travesty and shame. Please don’t support animal captivity. https://t.co/PAyqiqsKqE #ripkiska
— Jessica Scott-Reid (@JessLReid) March 10, 2023
La muerte de Kiska marca el fin del cautiverio de orcas en Canadá. El país prohibió el cautiverio de ballenas y delfines hace años, impidiendo así que se criaran allí nuevos cetáceos y que se trajeran otros de algún otro lugar. Lamentablemente, Kiska fue obligada a permanecer encerrada hasta el triste final, mientras las orcas siguen prisioneras en los parques de SeaWorld en EE. UU. Puedes actuar para ayudar a esos animales antes de que encuentren un destino similar al de Kiska:
¡Exígele a SeaWorld que deje de criar delfines y ballenas y los envíe a santuarios costeros!