Si les dan la oportunidad, las vacas cuidan a sus crías y forman amistades entre ellas de por vida. Juegan y tienen un amplio rango de emociones y rasgos de personalidad. Pero la mayoría de las vacas criadas para la industria láctea están en confinamiento intensivo, incapacitándolas para cumplir sus deseos más básicos, como cuidar y amamantar a sus becerros; ni siquiera un solo día. Son tratadas como máquinas productoras de leche y son manipuladas genéticamente, y pueden ser atiborradas de antibióticos y hormonas para producir más leche. Mientras las vacas sufren en estas granjas, los humanos que beben su leche aumentan sus posibilidades de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer y muchas otras dolencias.
Las vacas sufren en las granjas lecheras
Las vacas producen leche por la misma razón que los humanos, para alimentar a sus crías, pero en las granjas lecheras los becerros son separados de sus madres cuando tienen solo 1 día de nacidos. Son alimentados con sustitutos de la leche (incluyendo plasma vacuno) para que la leche de sus madres se pueda vender a los humanos.
Las vacas son inseminadas artificialmente poco después de su primer cumpleaños. Después de parir, producen leche durante 10 meses y luego son inseminadas nuevamente, continuando el ciclo. Algunas pasan toda su vida paradas sobre pisos de concreto; otras están confinadas en terrenos grandes y saturados, donde son obligadas a vivir entre sus propias heces. Una lechería de Carolina del Norte cerró sus puertas luego de que un denunciante revelara que las vacas eran obligadas a comer, caminar y dormir con desechos hasta las rodillas. Una investigación en una granja de Pensilvania que envía toneladas de leche para la producción de queso en Maryland reveló animales que estaban revolcándose en su propio estiércol en cobertizos sucios sin paja, mientras que más de la mitad de las vacas que estaban siendo ordeñadas tenían las articulaciones de las extremidades hinchadas, ulceradas o sin pelo. Por favor, visita PETAlatino.com para más información sobre este caso.
Las vacas tienen una esperanza de vida natural de unos 20 años y pueden producir leche durante ocho o nueve años. Sin embargo, el estrés causado por las condiciones en las granjas industriales conduce a enfermedades, cojera y problemas reproductivos que hacen a las vacas inútiles para la industria láctea cuando tienen 4 o 5 años, momento en el cual son enviadas para ser asesinadas.
En un día cualquiera, hay más de 9 millones de vacas en las granjas lecheras de EE. UU., cerca de 12 millones menos que en 1950. Sin embargo, la producción de leche ha seguido aumentando, de 116 mil millones de libras de leche por año en 1950 a 215 mil millones de libras en 2017. Normalmente, estos animales solo producirían suficiente leche para satisfacer las necesidades de sus becerros, pero la manipulación genética y, en algunos casos, los antibióticos y las hormonas, son usados para hacer que cada vaca produzca más de 22.000 libras de leche cada año. Las vacas también son alimentadas con dietas antinaturales altas en proteínas, que pueden incluir plumas de pollo y pescado, porque su dieta natural a base de pasto no les proporcionaría los nutrientes que necesitan para producir cantidades tan grandes de leche.
Mastitis
La inflamación dolorosa de las glándulas mamarias o mastitis es común entre las vacas criadas por su leche, y es una de las razones citadas con más frecuencia por las granjas lecheras para enviar vacas al matadero. Hay alrededor de 150 bacterias que pueden causar la enfermedad, una de las cuales es E. coli. Los síntomas no siempre son visibles, por lo que se chequea el conteo de células somáticas (CCS) en la leche para determinar si la leche está infectada. Las células somáticas incluyen glóbulos blancos y células epiteliales que normalmente se desprenden del revestimiento de la ubre. Al igual que en los humanos, los glóbulos blancos, que conforman el “pus”, son producidos como un medio para combatir las infecciones. El CCS de la leche sana está por debajo de 100 000 células por mililitro; sin embargo, a la industria láctea se le permite combinar la leche de todas las vacas de un rebaño para hacer un recuento de células somáticas en un tanque de leche (BTSCC, por sus siglas en inglés). La leche con un BTSCC máximo de 750 000 células por mililitro se puede vender. Un BTSCC de 600 000 o más generalmente indica que más de dos tercios de las vacas del rebaño sufren infecciones en la ubre.
Unos estudios han demostrado que proveer alojamientos más limpios, más espacio y mejores dietas, lechos y cuidados a las vacas reduce el CCS de su leche, así como la incidencia de mastitis. Un estudio danés de vacas sometidas a sistemas automatizados de ordeño encontró “contajes celulares sumamente elevados durante el primer año en comparación con el año anterior con un ordeño convencional. El aumento se produjo repentinamente y coincidió con el inicio del ordeño automático”. En lugar de mejorar las condiciones en las granjas industriales o aliviar la carga de producción de las vacas, la industria láctea está explorando el uso del ganado que ha sido manipulado genéticamente para que sea resistente a la mastitis.
Conexión con la carne de ternera
Si bebes leche, estás subsidiando la industria de la ternera. Mientras que las becerras son asesinadas o mantenidas para producir leche, los becerros a menudo son separados de sus madres cuando tienen 1 día de nacidos para ser encadenados en pequeños establos de tres a 18 semanas y criados para producir ternera. Los becerros criados para ternera son alimentados con un sustituto de la leche que está diseñado para hacerlos ganar de 2 a 3 libras por día, y su dieta es deliberadamente baja en hierro de forma que su carne se mantenga pálida como resultado de tener anemia. Además de sufrir diarrea, neumonía y cojera, los becerros criados para ternera están aterrados y desesperados por sus madres.
Destrucción ambiental
Las grandes granjas de lácteos tienen un efecto enormemente perjudicial en el medio ambiente. En California, el principal estado productor de leche de Estados Unidos, el estiércol de las granjas lecheras ha contaminado cientos de millas cuadradas de aguas subterráneas, ríos y arroyos. De las más de 1 millón de vacas de las granjas lecheras del estado, cada una excreta 18 galones de estiércol al día. En general, los animales de granjas industriales, incluidos los de las granjas lecheras, producen 1650 millones de toneladas de estiércol cada año, muchas de las cuales terminan en cursos de agua y en el agua potable. La Agencia de Protección Ambiental informa que la escorrentía agrícola es una de las principales causas de contaminación de lagos, arroyos y ríos. La industria láctea es la fuente principal de contaminantes que forman el smog en California; una sola vaca emite más de estos gases dañinos que un automóvil.
Dos tercios de todos los terrenos agrícolas en EE. UU. son utilizados para criar animales para la alimentación o para cultivar granos para alimentarlos. Cada vaca criada por la industria láctea consume hasta 50 galones de agua por día.
Los cuerpos humanos combaten la leche de vaca
Aparte de los humanos (y los animales de compañía que son alimentados por humanos), ninguna especie bebe leche más allá de la infancia o bebe la leche de otra especie. La leche de vaca es adecuada para las necesidades nutricionales de los becerros, que tienen cuatro estómagos y ganan cientos de libras en cuestión de meses, pesando a veces más de 1000 libras antes de tener 2 años.
La leche de vaca es una de las principales causas de las alergias alimentarias en los niños. La mayoría de la gente empieza a producir menos lactasa, la enzima que ayuda a la digestión de la leche, cuando tienen 2 años. Esta reducción puede provocar intolerancia a la lactosa. Millones de estadounidenses son intolerantes a la lactosa, y se estima que el 95 % de los estadounidenses de origen asiático y el 80 % de los estadounidenses nativos y afroamericanos tienen la condición que puede causar distensión, gases, cólicos, vómitos, dolores de cabeza, erupciones cutáneas y asma. Un estudio del Reino Unido mostró que las personas que tenían latidos cardíacos irregulares, asma, dolores de cabeza, fatiga y problemas digestivos “mostraron mejorías marcadas y a menudo completas en su salud después de eliminar la leche de sus dietas”.
Mitos sobre el calcio y las proteínas
Aunque las mujeres estadounidenses consumen enormes cantidades de calcio, sus índices de osteoporosis están entre los más altos del mundo. Estudios médicos indican que, más que prevenir la enfermedad, la leche en realidad puede aumentar el riesgo de sufrir osteoporosis de las mujeres. Un estudio de enfermeras de Harvard de más de 77 000 mujeres entre 34 y 59 años de edad encontró que aquellas que consumían dos o más vasos de leche por día tenían mayores riesgos de fracturas de cadera y brazos que aquellas que bebían un vaso o menos por día. T. Colin Campbell, profesor de bioquímica nutricional de la Universidad de Cornell, dijo: “La asociación entre la ingesta de proteína animal y las tasas de fracturas parece ser tan fuerte como la que hay entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón”.
Los humanos pueden obtener toda la proteína que necesitan de nueces, semillas, levaduras, granos, frijoles y otras legumbres. Es muy difícil no obtener suficientes calorías de las proteínas cuando ingieres una dieta saludable; la deficiencia de proteínas (también conocida como “kwashiorkor”) es muy rara en EE. UU. y, por lo general, solo es un problema de las personas que viven en países afectados por el hambre.
Qué puedes hacer
La mejor forma de salvar a las vacas del sufrimiento en las granjas industriales es dejar de comprar leche y otros productos lácteos. ¡Descubre la alegría de la soya! Las leches fortificadas de origen vegetal proporcionan calcio, vitaminas, hierro, zinc y proteínas, pero no contienen colesterol. Las leches de soya, arroz, avena y nueces son perfectas para los cereales, el café y las sopas y también sirven para hacer alimentos horneados y otras recetas. Muchos productos no lácteos deliciosos están disponibles en supermercados y tiendas de alimentos naturales. Visita PETALatino.com para ideas de recetas o pedir un kit gratuito vegetariano/vegano para principiantes.
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