La Cumbre Mundial de Alcaldes C40 supuestamente promoverá una “acción climática radical”, pero las entidades de PETA encontraron una omisión evidente en la agenda propuesta de la cumbre: el papel de la ganadería en la catástrofe climática.
En una iniciativa global, PETA Latino, PETA Reino Unido y PETA Francia enviaron cartas al alcalde Horacio Rodríguez Larreta de Buenos Aires, al alcalde Sadiq Khan de Londres, a la alcaldesa Anne Hidalgo de París entre otros alcaldes, aplaudiendo sus esfuerzos para revertir la catástrofe climática, pero señalando el enorme vacío en su agenda. La cría de animales para la alimentación es una de las principales causas de la degradación ambiental, ya que requiere grandes cantidades de tierra, alimentos, energía y agua, mientras emite toneladas de gases de efecto invernadero, entonces, ¿por qué están eludiendo el problema?
Los asistentes a la cumbre C40 deben enfrentar los hechos: la agricultura animal está destruyendo el planeta
Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., los desechos de tan solo 200 vacas utilizadas para la producción de leche producen tanto nitrógeno como las aguas residuales de una comunidad de hasta 10.000 humanos. Las selvas tropicales, las praderas y los pantanos se destruyen sistemáticamente y se convierten en tierras de cultivo para producir la enorme cantidad de cultivos necesarios para alimentar a las vacas. Una vaca típica utilizada para la producción de leche produce 120 libras de desechos cada día, y cuando este estiércol se usa como fertilizante, puede contaminar arroyos y lagos, destruir ecosistemas completos, envenenar productos alimenticios y contaminar la atmósfera con amoníaco y metano. Nada de esto es culpa de las vacas: ellas no quieren ser explotadas más de lo que tú quieres que se destruya el medio ambiente.
Investigadores de la Universidad de Oxford descubrieron que los sistemas agrícolas actuales hacen que sea imposible cumplir con los compromisos climáticos incluso si se eliminaran todas las demás fuentes de emisiones de combustibles fósiles. Además de destruir el planeta, las industrias de la carne, los huevos y los lácteos son terriblemente crueles con los pollos, los cerdos y otros animales que están hacinados en jaulas de alambre o cajas de metal dentro de depósitos sin ventanas, y con las vacas que están hacinadas en asquerosos corrales de engorde. Estos animales nunca podrán hozar en el suelo, criar familias, construir nidos o hacer ninguna otra cosa que sea significativa para ellos.
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Un cambio global hacia los alimentos veganos podría reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, según un nuevo modelo desarrollado por científicos de Stanford y la Universidad de California, Berkeley. Reemplazar la ganadería y volverse vegano detendría efectivamente el aumento de los gases de efecto invernadero atmosféricos durante 30 años, lo que nos daría más tiempo para terminar con nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Si quieres ayudar a salvar el planeta, ¡hazte vegano hoy!
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