Suministrarles a los caballos un poderoso medicamento recetado para una enfermedad que no tienen, para tratar de hacerlos correr más rápido debería ser ilegal. Es peligroso y ahora, gracias a un cambio regulatorio de la Junta de Carreras de Caballos de California (CHRB, por sus siglas en inglés), en la mayoría de los hipódromos de California será mucho más difícil esquivar las sanciones.
Hoy, la CHRB aprobó una regulación que requiere que un caballo sea diagnosticado con hipotiroidismo antes de que un veterinario pueda recetarle tiroxina.
PETA expuso el abuso de la tiroxina en Nueva York en 2014 y, como resultado, los reguladores presentaron allí –en sus palabras– “nuevas regulaciones de gran envergadura“.
La nueva regla de California se aplica a los hipódromos regulados por la CHRB y requiere que el diagnóstico de hipotiroidismo se base en una prueba de respuesta de la hormona liberadora de tirotropina. Esto ayudará a evitar que a los caballos sin hipotiroidismo se les administre tiroxina, una práctica abusiva que convenientemente acelera el metabolismo de los caballos y se hace pensando en ganar carreras y no en el bienestar de los caballos.
Después de nuestra investigación encubierta de 2014, expusimos el mal uso de la tiroxina del infame entrenador de carreras de caballos Steve Asmussen. Un investigador de PETA observó que el fármaco se estaba administrando a muchos, si no, a todos, los caballos en el establo de Asmussen en Nueva York, sin ninguna prueba aparente o evidencia de una afección de la tiroides.
Gracias a nuestro trabajo que expuso la imprudencia de Asmussen, la Comisión de Juegos del Estado de Nueva York multó al entrenador con $10.000 por administrar la hormona a los caballos dentro de las 48 horas previas a una carrera y prohibió la administración de medicamentos a los caballos a menos que exista una necesidad médica. Ahora, años después, estos esfuerzos todavía están impulsando la reforma del uso de drogas en las carreras de caballos, esta vez en California.
El abuso de la tiroxina no es broma: entre 2011 y 2013, siete caballos del establo de Hollywood Park del entrenador Bob Baffert murieron repentinamente. La CHRB investigó las muertes y descubrió que Baffert había dado instrucciones a sus veterinarios para que suministraran tiroxina a los caballos (aparentemente sin ningún diagnóstico de hipotiroidismo) para que él pudiera “‘fortalecer’ a sus caballos”.
Aplaudimos a la CHRB y el progreso que ha logrado en la protección de los caballos contra futuros dopajes.
Otros hipódromos y autoridades de carreras tomen nota: la nueva regla de la CHRB sobre el uso de la tiroxina debe adoptarse en todo el país.
Proteger a los caballos evitando que los llenen de medicamentos antiinflamatorios y que mejoran el rendimiento no es suficiente, pero es un comienzo. Haz clic a continuación para sumarte y hacer más por los caballos explotados para el entretenimiento.
ACTÚA POR LOS CABALLOSY recuerda: lo mejor que puedes hacer por estos caballos es no ir a las carreras ni apostar en ellas.
